realizată de leonardo ayala 5 zile în urmă
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Mai multe ca aceasta
Ejemplo: Un empresario que gasta su dinero en lujos en vez de invertirlo responsablemente.
Consumo excesivo de alimentos y placeres.
Ejemplo: Una persona lujuriosa descuida sus valores por placeres momentáneos.
Deseo desordenado de placeres carnales.
Ejemplo: Un estudiante perezoso no se esfuerza en sus estudios.
Falta de motivación para hacer el bien.
Ejemplo: Un gerente iracundo grita a sus empleados sin motivo.
Deseo de causar daño o venganza.
Ejemplo: Un compañero de trabajo envidioso intenta sabotear a otro para obtener un ascenso.
Resentimiento por el éxito ajeno.
Ejemplo: Un empresario avaro explota a sus trabajadores para obtener más ganancias.
Deseo excesivo de bienes materiales.
Ejemplo: Un líder soberbio ignora las opiniones de su equipo.
Exceso de autoestima y orgullo.
Ejemplo: Un médico caritativo atiende pacientes sin esperar recompensa.
Amor a Dios y al prójimo por amor a Dios.
Ejemplo: Alguien con esperanza sigue luchando por sus metas a pesar de los fracasos.
Confianza en la promesa divina de salvación.
Ejemplo: Una persona con fe mantiene su confianza en Dios en momentos difíciles.
Creer en Dios y en su revelación.
Ejemplo: Un estudiante templado no deja que el ocio afecte sus estudios.
Mantiene el equilibrio en la vida.
Controla deseos y placeres desordenados.
Ejemplo: Un denunciante de corrupción actúa con fortaleza pese a amenazas.
Se opone al miedo y la pasividad.
Permite resistir dificultades con valentía.
Ejemplo: Un empresario justo paga salarios adecuados a sus empleados.
Fomenta relaciones equilibradas y armoniosas.
Dar a cada quien lo que le corresponde.
Ejemplo: Un ingeniero prudente evalúa riesgos antes de tomar una decisión.
Aplicación correcta de los principios morales.
Permite discernir el bien en cada situación.