La contabilidad en México tiene raíces profundas que se remontan a la época prehispánica, donde los mayas ya utilizaban sistemas comerciales y calendarios avanzados. Durante el periodo colonial, se establecieron estructuras formales para la contabilidad, como la recaudación y distribución por parte de los conquistadores y la instauración de la contabilidad en la casa de la moneda por el Virrey Antonio de Mendoza en 1536.