Las etapas del desarrollo psicosexual se dividen en diferentes fases, cada una marcada por focos de energía pulsional y zonas erógenas específicas. En la fase anal, que ocurre entre los 2 y 4 años, el placer y la ansiedad del niño están relacionados con el control de la defecación y la aprobación de los padres.
Independiente a sus progenitores y dejando los deseos de satisfacción infantil.
En este periodo comienza la construcción abstracta de las relaciones con los otros, considerando las uniones a nivel cognitivo y simbólico.
En esta etapa es cuando el adulto puede crear una independencia psicosexual
esta comienza en la pubertad hasta la edad adulta
Fase latente
Busca el placer de una forma social
Freud relacionaba las neurosis ocasionadas en esta etapa por malas resoluciones de las etapas anteriores
Este proceso sucede en el inconsciente ya que los impulsos en las tres primeras etapas quedan bloqueados
La integración en la construcción de Yo
Este periodo está relacionado con la consolidación de lo adquirido en las etapas anteriores
Entre los 6 años y la pubertad
Fase fálica
El niño(a) descubre que pertenece a un sexo porque ha logrado un dominio suficiente sobre su cuerpo, que le permite explorar aspectos de la vida que involucran a los otros, ya no se le limita sólo a él.
Este Complejo desempeña un papel fundamental en la estructuración de la personalidad y en la orientación del deseo sexual.
El Complejo de Edipo es el "conjunto organizado de deseos amorosos y hostiles que el niño experimenta respecto a sus padres
EL infante comienza el descubrimiento de su propio cuerpo y con ello de sus genitales correspondientes.
Empieza con la curiosidad en los otros cuerpos, como el de la madre o el padre, en las diferencias y las similitudes.
3 y 6 años de edad
Fase anal
La ansiedad proviene de la vergüenza y la desaprobación de los demás.
La satisfacción viene de cumplir los deseo de sus padres, avisar y controlar.
el foco de la energía pulsional (zona erógena) mueve desde el tracto digestivo superior al final inferior y el ano
Esta etapa es ejemplificada en el placer del niño de controlar sus intestinos.
la relación de objeto está impregnada de significaciones ligadas a la función de defecación (expulsión-retención) y al valor simbólico de las heces.