по amy garavito 9 лет назад
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Las afinidades (más o menos reconocibles y reconocidas) entre el periodismo y la literatura son innumerables y se remontan muy atrás en la historia. En una suerte de prehistoria del periodismo podríamos considerar a Homero como el primer gran periodista conocido. La Odisea es de un modo bien evidente una suerte de reportaje periodístico, mientras que La Ilíada es una composición a través de crónicas. Flavio Josefo nos habla de los historiógrafos de Babilonia, encargados de escribir día a día cuanto acontecía. En el mundo heleno Alejandro Magno llevaba ya en el año 325 a.c. cronistas a sueldo en sus expediciones. La propia Anábasis de Jenofonte son una serie de crónicas, a veces reportajes, sobre la retirada de los diez mil.Incluso se ha postulado a Tucídides, con sus relatos en torno a la guerra del Peloponeso,como el primer reportero de guerra de la historia.
Distingue al periodista de cualquier otro escritor poco o nada tendría que ver con la literatura.
“Es género literario la oratoria, que prende los espíritus con la palabra y remueve los pueblos con la voz; es género literario la poesía, que aloja la lengua de los ángeles en la boca de los hombres; es género literario la historia, enemiga triunfante de la destrucción y del tiempo, porque hace volver el que pasó y resucita el alma de las edades muertas; es género literario la novela, que narra lo que nadie ha visto, de suerte que a todos nos parece verlo; es género literario la crítica, que pesa y mide la belleza y tasa el valor y contrasta la verdad y las mentiras artísticas; es género literario la dramática, que crea de lanada hombres mejores que los vivos y hechos más verosímiles que los reales; no ha de serlo el periodismo,que lo es todo en una pieza: arenga escrita, historia que va haciéndose,efemérides instantánea, crítica de lo actual y, por turno pacífico, poesía idílica cuando se escribe en la abastada mesa del poder y novela espantable cuando se escribe en la mesa vacía de la oposición?”
En toda Europa, en los siglos XIII, XIV y XV aumentó la demanda de noticias debido a la necesidad de saber lo que ocurría en las muchas guerras que se produjeron en esa época. De 1440 a 1605 el noticierismo se extiende por toda Europa, sobre todo en Italia,con las gacetas. Faltaban, sin embargo, en ese tipo de publicaciones dos rasgos esenciales: periodicidad y continuidad, características estas que no hicieron su aparición hasta el siglo XVIII. Incluso los historiadores más rigurosos apuntan al Nievwe Tij digan (Últimas Noticias) como el primer periódico regular del que se tiene constancia, editado en Amberes ya en 1605. Sin embargo, el primer periódico diario fue el inglés Daily Courant,aparecido el 11 de marzo de 1702.En España, el punto de partida en las relaciones entre literatura y periodismo podemos situarlo en el año 1737, con elDiario de los literatos de España (1737-1742), que a pesar de su título poca literatura ofrece, salvo poesías. En el siglo XVIII asistimos a la publicación en periódicos y revistas de obras narrativas y de composiciones líricas. Mientras los géneros y los modos de hacer propios de la literatura se adaptaban a las especiales condiciones dela prensa de periodicidad, espacio y estilo;las obras literarias obtuvieron el mismo eco de popularidad y rapidez de difusión que las noticias.
“(...) El periodista adopta normalmente al codificar sus mensajes uno de los géneros en que se plasman el estilo informativo, o en ocasiones,el estilo editorializante o de solicitación de opinión; mientras que lo habitual en el escritor para periódicos es desenvolverse dentro del denominado estilo ameno o folletinista. Es decir: hacen literatura para ser publicada en periódicos. Su lenguaje es más o menos literario, pero no periodístico”
“(...) La eficacia y la economía expresiva son las coordenadas dentro de las que podríamos inscribir las características propias del lenguaje utilizado en los géneros estrictamente de información de actualidad. Por el contrario, la lengua literaria aparece vinculada al hecho de que el escritor utilice un registro nuevo, diferente del ordinario”
“Periodismo, en su sentido estricto y exacto equivale a información de actualidad. Es decir: que en un periódico, o en un medio de comunicación social no escrito, cabe casi de todo, pero no todo es periodismo en el sentido exacto de la palabra, porque no todo es información de actualidad. Los fines del periodismo son específicamente informativos u orientadores. De ahí que los mensajes periodísticos puedan reducirse a tres: el relato informativo, el relato interpretativo y el comentario.Y, como es lógico, para la elaboración de esos tres tipos de mensajes, existe una técnica y un lenguaje propios, que difieren de los puramente literarios”
maestra de la literatura, sería encuadrada por cualquiera (como ya señalamos anteriormente) como una pieza narrativa ficcional, exclusivamente. El análisis exhaustivo de la obra nos conduce a la conclusión inequívoca de que se trata de algo más que eso: es literatura que es periodismo. Soy consciente de lo arriesgado de tal afirmación, pero El coronel no tiene quien le escriba cumple con las características básicas que todos los teóricos del periodismo señalan como básicos para un trabajo periodístico. A lo largo de las menos de cien páginas García Márquez despliega un lenguaje conciso y sobrio, dominado por una preocupación de eficacia, tomada del periodismo. Los adjetivos están contados y además es reseñable que cuida una cierta objetividad ritual; por ejemplo, en vez de decir lo pobres que son el coronel y su esposa,se limita a describirlo. Con eso huye de la ambigüedad propia de las obras estrictamente literarias y ficcionales. Es una narración construida con frases cortas y sencillas, con una genial economía de recursos. Todas estas características son propias del lenguaje periodístico. Profundiza en los hechos históricos de la realidad objetiva a partir de elementos ficticios, con lo que se consigue una visión mejor y más completa sobre la época de la violencia que con miles de páginas del periodismo decimonónico. Por todo ello convenimos en calificar a esta obra como una ficción de base realista.La interrelación entre periodismo y literatura, entre realidad y ficción incluso, seda en estas dos joyas narrativas. Si a Relato de un náufrago le quitáramos el nombre del marinero Luis Alejandro Velasco, toda la narración semejaría más un cuento marino que un reportaje; por el contrario si el inefable coronel protagonista de El coronel no tiene quien le escriba tuviera nombre, nos daríala impresión de ser un personaje real.
Relato de un náufrago se trata de un reportaje aparecido originariamente en 14 entregas en el diario El Espectador. Es un perfecto ejemplo de reportaje novelado, deudor en parte del nuevo periodismo norteamericano y de piezas como Los ejércitos de la noche, de Norman Mailer o A sangre fría, de Truman Capote. Cumple de hecho muchas de las características de los textos nuevo periodísticos, como la narración en primera persona, la realización de una gran tarea documental o el detallismo, que otorga una gran vero similitud a la narración. Se trata de un relato que toma los hechos sucedidos en la realidad y los engarza de una manera artística y atractiva. Usa técnicas narrativas como el clímax y momentos de tensión y suspense al final de cada entrega diaria. Se produce una interrelación entre periodismo y literatura. De tal modo que si en el momento de su publicación nadie dudaba de que se trataba del más auténtico periodismo, esta obra (como A sangre fría, por ejemplo) ha logrado trascender al tiempo. En suma, García Márquez le da una envoltura literaria a unos hechos reales, otorgando así a todas luces a sus lectores un conocimiento más completo de la realidad del naufragio.