av María Cazón Romero för 5 årar sedan
3169
Mer av detta
El aguacate, fruto del aguacatero (Persea americana), pertenece a la familia de las lauráceas, formada por plantas leñosas que crecen en climas cálidos y entre las que se incluyen aromáticas como el laurel, el alcanfor y la canela.
La poda persigue distintos objetivos, el primero de ellos es el de establecer una estructura de la copa en las primeras etapas de desarrollo.
Posteriormente se realizará para controlar el tamaño de los árboles, la cual debe permitir el manejo eficiente de la plantación.
Asimismo deberá emplearse para rejuvenecer plantaciones, y así recuperar la productividad y calidad perdida mediante la captación eficiente de luz y una adecuada ventilación del huerto, misma que ayuda a reducir los problemas fitosanitarios en el cultivo.
Época de la poda.
La mejor época para realizar esta práctica es inmediatamente después de la cosecha, debido a que el árbol dispone de mayor tiempo para la maduración de los nuevos brotes, permitiendo que cuando existan las condiciones inductivas, los brotes puedan florecer.
Intensidad de la poda
Poda excesiva o severa. Es el resultado de realizar cortes en ramas de más de 5 cm de diámetro, provocando abundante crecimiento vegetativo y disminuyendo drásticamente el rendimiento.
Poda ligera.
Se realiza al cortar de 50 a 75 cm de longitud en ramas con menos de 5 cm de diámetro. Con esta poda se estimula una brotación de tres a seis nuevos crecimientos vegetativos. Los nuevos brotes madurarán el mismo año en que es realizada la poda y darán lugar a la producción del año siguiente. Este tipo de poda puede retrasar la producción, dependiendo de la época en que se realice y se emplea sólo en árboles en producción para mantener su productividad año tras año y su tamaño.
Sistemas de poda Poda de formación. Se busca tener una estructura con 3 o 4 ramas sobre el tronco principal lo mejor distribuidas y a diferentes alturas para evitar desgajamientos con la carga de fruta o vientos fuertes.
El objetivo es formar una planta que facilite labores de cosecha y de sanidad, además de favorecer una mayor entrada de luz a las ramas interiores e incrementar los rendimientos.
Asimismo, con la poda se favorece la aireación, lo cual trae dos beneficios:
Poda de ramas bajas. Se realiza para mantener despejado el tronco desde su base hasta un metro de altura. El propósito de esta poda es el de evitar que los frutos estén cercanos al suelo o malezas, así como el de evitar enfermedades como la antracnosis o mancha basal, al reducir la humedad relativa que favorece el desarrollo de estos patógenos.
Poda de ramas apicales y laterales. Debe realizarse sólo en aquellas regiones donde se presenta el traslape de distintas floraciones y por lo tanto, de cosechas. Esta poda permite retardar el crecimiento lateral y apical para que los árboles tarden más en cerrarse. Se recomienda hacer después del cuajado de frutos y cuando el brote vegetativo de primavera haya terminado su crecimiento. Los brotes deben reducirse de un 30 a 50 % de su longitud.
Poda de apertura foliar o “ventaneo”. Después de 6 años las ramas internas de la copa son improductivas en arboles sin podar, por lo tanto, estas ramas deben eliminarse en su mayoría y sólo seleccionar las necesarias para permitir la penetración de la luz.
Poda de ramas bajas en aguacate. luz solar para producir flores. Por otra parte, con este ventaneo se facilita la aplicación de los agroquímicos, así como la cosecha de los frutos. Esta poda debe hacerse después de la cosecha.
Poda de rejuvenecimiento. Las ramas entrecruzadas son improductivas, ya sea dentro de la copa o con otros árboles adyacentes. Esta improductividad es causada por la falta del estímulo que genera la luz solar. Asimismo, se tiene incidencia de plagas y enfermedades, lo cual hace necesaria esta poda para recuperar la productividad del árbol. Esta poda consiste en remover tanto ramas como parte del tronco principal (en caso de que el árbol nunca haya sido sometido a podas) a una altura no mayor a 2 metros. Después de 3 años se espera tener recuperada la productividad normal del árbol.
Poda de aclareo de árboles y cambio varietal. Consiste en eliminar total o parcialmente (dejar solo el pie del árbol para injertar) en un 50 % las hileras de la plantación, brindando la oportunidad para mejorar la calidad de la producción de aguacate mediante el cambio de variedad. El cambio de variedad puede realizarse a través de injertos en los árboles que fueron podados de la variedad anterior, y que sirven como portainjerto. El cambio de variedad vía injerto se realiza en troncos sanos y los brotes de los injertos no deben dejarse crecer más allá de 1. 5 metros. Otra manera de cambiar variedad es mediante la eliminación total de los árboles, que son sustituidos por plantas de la nueva variedad
Lo más curioso nutricionalmente del aguacate es que siendo una fruta fresca su principal componente no son los hidratos de carbono, sino las grasas, que constituyen el 23% de su peso.
Y lo mejor es que son grasas del tipo más sano: monoinsaturadas, como las del aceite de oliva.
Como otros alimentos grasos, destaca sobre todo por su vitamina E, que protege la membrana de las células y su núcleo, que puede prevenir el desarrollo de enfermedades degenerativas como el cáncer. Unos 100 g de aguacate procuran el 25% de la que se precisa al día.
También aportan el 22% de las necesidades diarias de vitamina C, un poco de provitamina A y una variedad de minerales (potasio, calcio, magnesio, fósforo, hierro, cobre y cinc)
Debido a la cremosidad de la pulpa que le confiere su riqueza en grasas, el aguacate se unta fácilmente, lo que lo convierte en una saludable mantequilla vegetal, alternativa excelente a las margarinas industriales.
Su composición nutricional hace que sea un alimento prácticamente imprescindible en las dietas vegetales altas en grasas, como la cetogénica.
El aguacate no solo carece de colesterol, sino que tiende a reducirlo en el caso de estar elevado.
Se trata de un alimento clave para quien practique deporte, sea niño, joven o adulto. Aporta nutrientes muy adecuados para casos de sobreactividad muscular (sobre todo minerales como potasio y magnesio), así como de desgaste energético (riqueza en lípidos y en carnitina, que ayuda a su aprovechamiento).
Las mujeres embarazadas, o que desean estarlo, pueden recurrir al aguacate como una fuente complementaria de energía y de ácido fólico, una vitamina que contribuye a prevenir nacimientos prematuros, así como defectos en la formación del cerebro y la médula espinal.
Además, al contener vitamina A, fortifica los ojos, la piel y los huesos del futuro bebé.
Debido a su riqueza en ácidos grasos, magnesio y vitaminas del grupo B, el aguacate es un excelente alimento regulador del sistema nervioso, por lo que está especialmente indicado en situaciones de estrés tanto físico como mental.
Recientes investigaciones destacan su riqueza en el carotenoide luteína, cuyo efecto protector de la visión reduce el riesgo de desarrollar cataratas.
Es también un amigo de la piel. Con la pulpa se preparan mascarillas que ayudan a prevenir arrugas y tratar dermatitis o incluso quemaduras.
Para pieles grasas se prepara una mascarilla con dos o tres cucharadas de pulpa y el jugo de medio limón. Se masajea suavemente sobre el rostro (en dirección ascendente), se deja secar y se limpia con agua tibia o con agua de rosas.
Del aguacate se extrae también el aceite, de color verde oscuro, que nutre y suaviza la piel.
¿De donde proviene su nombre? Su origen se sitúa en Centroamérica, en las zonas de México, Guatemala y las Antillas. El nombre deriva del azteca ahuacatl, que significa "testículo", seguramente debido a su forma, y de ahí su fama como afrodisiaco.
El aguacate se originó en Méjico, donde parece que se cultivaba ya en 1500 a.C. También en Perú se han hallado semillas en tumbas incas (750 a.C.). Los españoles que llegaron a América lo llamaron "pera de las Indias", por su aspecto. Se fue extendiendo por América (Guatemala, Perú, Venezuela) y a partir del descubrimiento de América, por otros países cálidos. En España se cultiva en Andalucía y Canarias.
La palabra aguacate viene del náhuatl "ahuácatl", lo que también significa testículos (por su forma). Los españoles la llamaron "aguacata" y "avocado" y los portugueses "abacate". En inglés se conoce como "avocado pear" y en francés "avocat", en catalán "alvocat", en italiano "avocado".
Se conoce también con el nombre de palta, que proviene del quechua. Palta es el nombre de una etnia que vivió en Ecuador.