La dinámica contemporánea del capitalismo y el neoliberalismo transforma profundamente la subjetividad humana, promoviendo actitudes egoístas e insaciables. Este sistema económico se caracteriza por la mercantilización de todos los aspectos de la vida, donde todo se compra y se vende, contribuyendo a un dominio socioeconómico que incrementa las desigualdades y la privatización de lo público.