av TURPO CONDORI Simon Wilson för 3 årar sedan
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Los propios marketplaces también tienen una imagen de marca que mantener. Por lo tanto aceptar a vendedores en sus plataformas que incumplen los plazos de entrega, hacen descripciones falsas o tienen una mala gestión de la atención al cliente no es aceptable. La solución es exigir a los vendedores unos estándares de calidad en su servicio que, además de resultar evidentemente necesario, suponen un esfuerzo económico y de tiempo importante para ellos.
Del mismo modo que tú, existen multitud de vendedores que venden productos similares al tuyo en el mismo marketplace. Debes de ser competitivo en calidad y/o precio, además de ofrecer mejores fichas de producto, buenas imágenes y una buena experiencia de uso.
Además debes de recordar que algunas de estas plataformas venden sus propios productos, con lo cual la competencia se vuelve más feroz. Por suerte, existen herramientas en el mercado como Boardfy, que nos permite monitorizar a esa competencia en tiempo real, avisándonos de sus cambios de precios y facilitándonos actualizar los nuestros en función del margen de beneficio para cada producto. Toda ayuda es poca en un mundo extremadamente competitivo como es el de los marketplaces.
El principal objetivo de cualquier marketplace es atraer la mayor cantidad posible de vendedores para construir una base de clientes a costa de ellos y obtener la información estratégica de una gran cantidad de sectores a través de los vendedores. Esto le permite detectar oportunidades de negocio y explotarlas en su propio beneficio.
Recuérdalo siempre, el marketplace es tu principal competidor. Al vender tus productos en su plataforma le estás ofreciendo información confidencial sobre tu negocio, tu facturación, que productos se venden mejor o cuál es tu volumen de clientes. En resumen, estás dejando que tu peor competidor acceda a la información más sensible de tu tienda.
Al igual que tienes claro que vendiendo en un marketplace jamás invertirás algo en hosting, plataforma de ecommerce, publicidad o SEO, también tienes que asumir que tu tienda en Amazon, Ebay o Wish, Facebook Marketplace, Mercado Libre, OLX nunca será tuya. La vida es dura en estos lugares: ellos te ceden espacio en su catálogo para puedas vender tus productos a miles de usuarios, pero si decides irte tendrás que volver a crear el catálogo desde cero, redactar todas las fichas de producto otra vez y subir las fotos de nuevo, entre otras cosas. Y por si fuera poco, tendrás que invertir en marketing online todo lo que no has invertido hasta ahora
Imagínate la situación: has empezado a vender en un marketplace, las ventas no van nada mal y crecen cada mes, por lo tanto decides que es el momento de tener tu propia tienda online pero… ¡Sorpresa! No puedes exportar tu base de datos de clientes. Es algo que debes asumir desde ahora mismo: en estas plataformas los clientes no son tuyos, con lo cual nunca podrás tener una base de datos propia con los clientes que ya te han comprado.
Vender en otros países se puede convertir en una misión imposible porque los gastos de envío pueden llegar a el duplicar precio del artículo. Otro factor importante a la hora de internacionalizar es la barrera idiomática.
Los marketplaces suelen facilitar ofrecer unos costes de envío más asumibles, permitiéndonos ser más competitivos. Además, suelen tratarse de plataformas multi-idioma que además ofrecen atención al cliente en lengua nativa o al menos en inglés. Por otro lado, los costes se reducen, pues la inversión y el esfuerzo necesario para alcanzar eses mercados por cuenta propia es titánico en cuanto a tiempo y recursos.
El proceso de pago es uno de los puntos más sensibles en una compra online. Si la plataforma con la que trabajamos da confianza al usuario, este prejuicio es más sencillo de salvar. Eso sin contar con que estas plataformas están blindadas contra cualquier ciberataque mediante altas medidas de seguridad, que seguramente están muy por encima de las de cualquier tienda online. Además, los eventuales fraudes de un comprador deshonesto son cubiertos por la plataforma.
Establecerte como vendedor en una plataforma de este tipo no supone renunciar a tu marca. Al tratarse de un vendedor profesional, tendrás tu marca propia y tú logo, lo que pondrá las cosas fáciles a tus clientes:
Eso sí, debemos de tener cuidado, pues no alinear los precios de nuestros productos en el marketplace con los de nuestra tienda puede convertir esta ventaja en una desventaja.
Plataformas en las que se pueden Publicar nuestros productos nos ponen las cosas tan fáciles que puede darse el caso de que lo único que tengas que poner sea el producto y el contenido, mientras que de todo lo demás se encarga el marketplace. Tú sólo tendrás que ocupar parte de tu tiempo en crear la tienda dentro de la plataforma, gestionar tu catálogo y controlar los pedidos que recibas. Eso sí, todo esto a cambio de una comisión por venta. Quizás si tienes cierto éxito estas comisiones no te parezcan tan bajas, pero siempre podrás dejar de vender en cualquier momento sin ningún tipo de coste.
Los comienzos no son fáciles para nadie. Una tienda online empieza a despegar entre los 6 y 18 meses desde su apertura, dependiendo de cada sector. Con este panorama, no es nada raro que más de uno se sienta atraído y tentado por el desmesurado tráfico al que se accede de forma instantánea cuando uno abre una tienda en un site de este tipo.