COMO FERMENTO EN LA FAMILIA HUMANA DE HOY
Nuestros JÓVENES como LEVADURA en el mundo de hoy
Estos desafíos nos ponen en la encrucijada de aceptar o rechazar una vida exigente y apasionante en la que poner todas nuestras fuerzas y energías según el sueño de Dios para cada uno.
Los JÓVENES estan llamados a
¡Construir con entusiasmo un mundo mejor que el de nuestros mayores!
Formar la sociedad de mañana, recogiendo lo mejor del ejemplo y las enseñanzas de sus padres y maestros.
Vivir en el mundo en el momento de las más gigantescas transformaciones de su historia.
Recoger la antorcha de manos de los mayores.
La Familia de Don Bosco llamada a ser levadura
La comunión en el espíritu de familia es el gran don que tenemos con nosotros y que hemos heredado.
Solo viviendo en comunión podremos hacer algo significativo hoy.
Unidos por una misma misión
La transformación de la sociedad
La salvación de los jóvenes
Nacimos carismáticamente como comunidad y como comunión de personas de distinta procedencia social, estado de vida, perfil profesional...
La familia humana necesita hijos e hijas responsables
Profundizar y reconocer la riqueza de ser parte de esta Familia.
No podemos dejar para mañana el bien que tenemos que hacer hoy.
Construcción de esta familia humana para que el mundo sea más habitable, más justo, más fraterno.
El yo y el nosotros solo pueden existir y vivir bien juntos.
Los desafíos que parecen crecer cada vez más en intensidad.
Es una invitación a sentirnos solidarios y adentrarnos sin miedo en este tiempo que nos toca vivir.
La levadura del reino
Es el único ingrediente vivo y, por estar vivo, tiene la fuerza para influir, condicionar y transformar toda la masa.
Una porción de harina se duplica o triplica con la adición de una pequeña porción de levadura.
Imagen simbólica de la fecundidad y del crecimiento propios del reino de Dios.
Trabaja silenciosamente, desde adentro.
A la sombra de un gran árbol con espléndidos frutos.
Significado profundo de la Familia Salesiana: un vasto movimiento apostólico para la salvación de los jóvenes.
Hombres y mujeres, jóvenes y adultos, consagrados y laicos, obispos y misioneros que, en contextos diversos.
Son testimonio cristiano
Han llenado su vida con la levadura del amor, un amor que se entrega por completo, fiel a Jesucristo y a su Evangelio.
Han hecho brillar con luz propia el carisma salesiano.
La encarnación del carisma se ha ido manifestando en una gran pluralidad de estados de vida y de formas.
El laico: ese cristiano que «santifica el mundo desde dentro»
Desde y en la misma vida laical
Fundar, promover y sostener los valores evangélicos en la sociedad y en la historia, contribuyendo al establecimiento del reino de Dios en el aquí y ahora.
Ejercitarnos en un modo de hacer lectura creyente de la realidad que cuente con los demás, promoviendo el diálogo con los otros.
Contribuir
A la santificación del mundo como desde dentro, a modo de
fermento.
A mejorar la vida de las personas de nuestro entorno.
Al bien de la sociedad y del mundo.
Armonizar la legítima autonomía del hombre con la validez, autenticidad y coherencia de la fe cristiana.
Es una respuesta vocacional que nos hace presentes como signos y testimonios, dialogando y ofreciendo el servicio humilde.
Nuestra existencia está como entretejida
En el desempeño de una propia profesiòn guiados por el espìritu evangélico.
En las condiciones ordinarias de la vida familiar y social
En todos y cada uno de los deberes y ocupaciones del mundo.
Ese cristiano comprometido que «santifica el mundo desde dentro».
El reino de Dios sigue creciendo en nuestro mundo, entre luces y sombras
Es poco lo que podemos hacer frente a lo mucho que se requiere de nosotros. Sin embargo, nunca es «insuficiente» o irrelevante, porque es Dios quien nos hace crecer.
A veces nuestra contribución humana o nuestro pequeño esfuerzo pueden parecer insignificantes, pero siempre son preciosos ante Dios.
Estamos llamados a abrir nuestros ojos y nuestros corazones al modo de actuar de Dios.
Es Jesús mismo quien actúa como levadura entre la gente más común.
El reino viene con Jesús mismo, su presencia, su palabra Él, el Verbo hecho carne, su modo de vivir con la gente, mezclándose con personas.
¿A quién va dirigido?
A los grupos de la Familia Salesiana
A los adolescentes y jóvenes de la Familia Salesiana en el mundo
