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av Julieta Varretti för 1 år sedan

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Fractura Ósea

Las fracturas óseas pueden clasificarse según la energía de la fuerza aplicada y el daño a las partes blandas. Las fracturas de baja energía ocurren por caídas casuales o movimientos repetitivos, mientras que las de alta energía resultan de fuerzas intensas y momentáneas.

Fractura Ósea

Fractura Ósea

Fractura por fatiga o estrés

Ejemplo: fractura en un dedo del pie cuando un corredor entrena para una maratón.
Se originan por fuerzas que actúan sobre el hueso con mucha frecuencia, pese a que puedan ser de baja intensidad relativa

Fractura patológica

Ejemplo: paciente con cáncer óseo que ve como su estructura esquelética se debilita.
Se producen por un debilitamiento del hueso debido a alguna patología, por lo que el hueso se rompe incluso frente a fuerzas leves.

Traumatismo indirecto

Ejemplo: al caer, el individuo apoya la mano, pero se fractura el hombro.
La fractura se produce a una cierta distancia de la fuerza que la origina

Traumatismo directo

Ejemplo: un martillazo en un dedo.
La causa de la rotura es un impacto que incide directamente sobre el punto fracturado.

Tipos de fractura en función del daño a las partes blandas

Fracturas abiertas
Hay comunicación entre el hueso y el exterior; es decir, existe una perforación de la piel y las partes blandas que llega hasta el hueso.
Fracturas cerradas
No existe comunicación entre el hueso y el exterior del cuerpo.

Los traumatólogos se suelen referir a este hecho como mecanismo de producción de la fractura

Existen tipos de fractura en función de la violencia de la fuerza que las genera.

Fracturas de baja energía
Se producen ante caídas casuales o gestos inadecuados o repetitivos.
Fracturas de alta energía
Se producen ante la aplicación de una fuerza intensa y, generalmente, momentánea.

Es un cambio en la forma normal del hueso como consecuencia de la aplicación sobre el mismo de una fuerza superior a la que éste puede resistir.