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av Valerya Rivera för 4 årar sedan

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José Rafael Antonio Faría Bermúdez

Nacido en Pamplona, Colombia, en 1896, José Rafael Antonio Faría Bermúdez se destacó desde joven por su dedicación a la educación y la religión. Hijo de Joaquín Faría Romero y María Bermúdez Villasmil, fue bautizado en la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen.

José Rafael Antonio Faría Bermúdez

Como comclusión se puede decir y dar a conocer el gran aporte del padre Faría que es la universidad de Pamplona, su trabajo con la comunidad y su entrega desde la juventud a Dios y a su familia.

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José Rafael Antonio Faría Bermúdez

Reconocimientos

La Comunidad de la Salle le otorgó el Escudo de Oro del Colegio Provincial San José.
La Alcaldía de Pamplona le otorgó la Condecoración Alcalde Acevedo.
La Gobernación de Norte de Santander le otorgó la Orden Francisco de Paula Santander.
Por su parte, el Ministerio de Educación Nacional le otorgó la Orden Camilo Torres Tenorio en los tres grados.
La República de Colombia le otorgó la Orden de San Carlos en su máxima distinción.

Actividades académicas

En el viejo continente obtuvo el título de Licenciado en Filosofía de la Universidad Gregoriana de Roma en 1952. Mas tarde, en 1958, justo cuando cumplía 50 años de haber hecho sus votos sacerdotales, obtuvo el título de Doctor en Filosofía otorgado por la Universidad Gregoriana de Roma por intermedio de la Pontificia Universidad Javeriana.
Después de la muerte de su progenitora, ocurrida el 31 de octubre de 1949, viajó a Europa, para entonces tenía 53 años de edad.
El final de la década de los treinta y durante casi toda la del 40 la dedicó al servicio en el Obispado y además a cultivar las artes y la escritura. Fuera de sus labores sacerdotales dedicó parte de su tiempo al cuidado de su madre, Doña María, que ya para esa época mostraba signos de gravedad, estaba inválida y a quien cuidaba con especial cariño.
En 1936,con el apoyo especial de Monseñor Afanador y Cadena, escribió sus obras de Filosofía, Religión, Moral y Psicología.

Actividades religiosas

Entre 1920 y 1926 fue asignado como Párroco de la Iglesia de las Nieves, esta delegación fue hecha por el entonces Obispo de Pamplona, Monseñor Rafael Afanador y Cadena.
En 1926 fue trasladado a Gramalote. Regresó en 1931 y retomó su trabajo como Párroco de la Iglesia de las Nieves hasta 1936. Su labor sacerdotal marcó una impronta de valores entre sus feligreses, quienes lo recuerdan con especial afecto. En 1936, terminada su misión pastoral en la Parroquia de las Nieves, fue trasladado a la Curia Diocesana y nombrado como Viceoficial.
Empezó a ejercer su carrera clerical en la Parroquia de San José de Cúcuta.
El hecho de utilizar sotana gruesa de paño le ocasionó problemas dermatológicos que lo obligaron a regresar a Pamplona donde se desempeñó como Vicerrector y Prefecto de Disciplina del Colegio Provincial San José.
El 1 de noviembre de 1918 se ordenó sacerdote, con dispensa especial por no cumplir con el requisito de la edad exigida.

Trayectoria

En 1914, cuando tenía 18 años de edad, fundó el "Centro o Ateneo Zeledón", junto a otros compañeros seminaristas, con el objeto de hacer prácticas de oratoria y declamación, lo cual les permitió un buen dominio de estas disciplinas

Publicaciones

También es autor de las obras de Moral Familiar, del Libro Amor, Amor y Matrimonio, que fueron escritos como producto de su vida de educador. Su gran madurez académica-religiosa lo llevó a escribir libros de religión (superior e inferior), el Catecismo Elemental, Nociones de Catecismo, Ética, Lógica y Matemática, Cosmología, entre otros.
Como escritor se destacó en sus obras tituladas: Curso de Filosofía (tres tomos), un compendio de Historia de la Filosofía en la que en forma coherente desarrolla los sistemas y doctrinas filosóficas, desde los griegos hasta la criteriología de Mercier, publicados por Editorial Voluntad.

Murió el 17 de diciembre 1979

Sus últimos años los pasó pensando a diario en la Universidad. Cinco años después de retirarse de la Universidad
Pobre, abandonado y rodeado solo por algunos familiares. En un frío cuarto de la casa de habitación que él mismo había dispuesto para los estudiantes de su Universidad descansó el genio, el soñador, el visionario hombre de letras que en magnífico proceder legó a los pamploneses el fruto de su esfuerzo: la Universidad de Pamplona.
Sin embargo un accidente obligó a sus allegados a llevarlo a una casa de ancianos en el municipio de Ureña (Venezuela), sin embargo la soledad y la falta de amigos lo llevaron a regresar a su natal Pamplona.

UNIVERSIDAD DE PAMPLONA

Se mantuvo al frente de la Universidad hasta el 28 de noviembre de 1974, ese día, entrado ya en los 78 años de edad y aquejado de las enfermedades propias de sus edad.
Pocos días más tarde, el 11 de diciembre de 1974, el Consejo Superior Universitario aceptó su renuncia y en un solemne acto de despedida se le otorgó el título de Doctor Honoris Causa (primero de los que ha otorgado la institución) así como el muy merecido título de Rector Honorario.
El 1 de enero de 1963, con retroactividad al 1 de febrero de 1961, se nombró al Padre Faría como Rector de la Universidad de Pamplona; tiempo atrás, el mismo 23 de noviembre de 1960, había sido nombrado Presidente de la Junta Administradora.
Poco menos de dos meses más tarde se firmaría el acta de constitución de la Fundación Universidad de Pamplona, justamente el 23 de noviembre de 1960.

Nació el 13 de Junio de 1896 en Pamplona, Colombia.

Cursó estudios en el Colegio de Julio Pérez Ferrero y Doña Reyes Mantilla, en Pamplona y en el Seminario Conciliar de la misma ciudad. Siempre se destacó como un magnífico estudiante
Fue el mayor de cinco hermanos, María Antonia, José de Jesús, José Joaquín y Ana Teresa.
Hijo de Don Joaquín V. Faría Romero y Doña María Bermúdez Villasmil.
Fue bautizado en la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen, el 3 de septiembre de 1896 por el Presbítero Antonio Quintero
Los únicos que culminaron sus aspiraciones religiosas fueron José Rafael y María Antonia, que ingresó al Convento de las Clarisas.