En el corazón del continente asiático, Mesopotamia se destacó como una de las civilizaciones más antiguas y avanzadas de la historia. Flanqueada por el desierto de Arabia al sur, los montes Zagros al este, las montañas de Armenia y Tauro al norte, y el mar Mediterráneo al oeste, esta región prosperó gracias a su ubicación estratégica entre dos ríos.