El cuerpo humano es una compleja máquina biológica compuesta por diversos sistemas y aparatos que trabajan de manera conjunta para mantener su funcionamiento óptimo. Entre los principales sistemas se encuentran el óseo, que proporciona soporte estructural y protección; el muscular, encargado del movimiento; el tegumentario, que incluye la piel y sus anexos; el endocrino, que regula funciones mediante hormonas; el linfático, clave para la defensa inmunitaria, y el nervioso, que coordina todas las actividades corporales.