av Uldis Zarella Macías Ríos för 1 år sedan
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Los motores de combustión ya no garantizan la autonomía. Los coches eléctricos tienen mayor autonomía y su precio ha disminuido considerablemente. La incertidumbre pública respecto a la renovación del parque automovilístico se supera con el tiempo.
La electricidad renovable puede utilizarse para generar calor, desafiando las antiguas creencias. La gestión de la demanda y el aprovechamiento de recursos renovables se vuelven cruciales. La adaptación de la oferta energética a la demanda es esencial.
La lucha contra el cambio climático impulsa la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. La eliminación de fuentes fósiles es necesaria. La mayoría de la energía renovable proviene de la electricidad, electrificando así los consumos. La movilidad eléctrica y calefacción se vuelven prioritarias.
La disminución de la dependencia energética de otros países en Europa es un objetivo. Los consumidores asumen un nuevo modelo energético. Monasterio habla de una nueva cultura energética que llevará hacia un modelo completamente renovable.
Monasterio destaca la sensibilización sobre el cambio climático y la creciente conciencia de la población. Existe un interés por parte de los consumidores en participar activamente en la producción de energía limpia y cercana. El cambio climático y sus impactos en la salud impulsan la "revolución energética".
Enrique Monasterio, Director de Desarrollo e Innovación de EVE, repasa la evolución de la energía en Euskadi desde 1982. En aquel entonces, la energía provenía en gran parte del carbón y el petróleo, con escasa presencia de gas. Se introdujo el gas y, posteriormente, las energías renovables como respuesta al cambio climático y la reducción de dependencia de derivados del petróleo. Los avances tecnológicos han abaratado la producción de energía renovable y mejorado el almacenamiento.
Las grandes empresas energéticas se adaptan al cambio y surgen nuevas comercializadoras de energía renovable. Los consumidores tienen nuevas opciones para elegir energía 100% renovable.
El consumidor se convierte en generador y gestor de energía. Puede usar, vender y compartir electricidad. Surge la figura del agregador, que reúne consumidores para intervenir en el mercado.
El gobierno español establece objetivos ambiciosos: 74% de electricidad renovable para 2030 y 100% para 2050. La potencia eléctrica instalada en España es en su mayoría renovable, con un crecimiento importante en energía fotovoltaica.
El hidrógeno desempeña un papel clave en la generación y almacenamiento de energía. Permite equilibrar momentos de generación y alta demanda. También tiene aplicaciones como combustible en sectores específicos.
El control digital de la infraestructura energética proporciona información detallada al consumidor sobre la generación eléctrica. La gestión eficiente de la demanda y la oferta se logra a través de la tecnología.
Los motores de combustión ya no garantizan la autonomía. Los coches eléctricos tienen mayor autonomía y su precio ha disminuido considerablemente. La incertidumbre pública respecto a la renovación del parque automovilístico se supera con el tiempo.
