En el corazón de la ciudad, se encuentran varias iglesias y catedrales de gran relevancia histórica y arquitectónica. La iglesia de San Pablo, situada en la Plaza San Pablo, es una de las más emblemáticas, construida entre 1445 y 1616 y conocida por haber sido visitada por figuras históricas como Napoleón y haber albergado los bautizos de Felipe II y Felipe IV.