作者:Jezabel Hernández Reynoso 3 年以前
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La luz es un fenómeno ondulatorio semejante al sonido, por eso su propagación es de la misma naturaleza que la de una onda.
La luz está constituida por numerosos corpúsculos o partículas emitidas por cualquier cuerpo luminoso, dichas partículas al chocar con nuestra retina nos permiten ver las cosas al recibir la sensación luminosa.
Las dos teorías anteriores explican satisfactoriamente las tres características de la luz:
1. Propagación rectilínea, es decir, la luz viaja en línea recta. 2. Reflexión, cuando la luz incide en una superficie lisa, los rayos luminosos son rechazados o reflejados en una sola dirección y sentido, como lo hace un espejo. 3. Refracción, desviación que sufre la luz al llegar a la superficie de separación entre dos sustancias de diferente densidad.
En 1801 se descubrió que la luz también presentaba el fenómeno de interferencia, producido al superponerse en forma simultánea dos o más movimientos ondulatorios. En 1816 se encontró que la luz también se difractaba (fenómeno característico de las ondas), es decir, si una onda encuentra un obstáculo en su camino, lo rodea o lo contornea. En 1865 el físico escocés James Clerk Maxwell propuso que la luz está está formada por ondas electromagnéticas como las de radio y radar, entre otras; esto permite su propagación, aun en el vacío, a una rapidez aproximada de 300 mil km/s. Ello ocasionó que en 1887 los físicos Michelson y Morley demostraran mediante el interferómetro ideado por Michelson, que no existía ningún éter envolviendo a la Tierra y, por tanto, no producían ningún arrastre sobre los rayos luminosos
Concluyeron que la magnitud de la velocidad de la luz es constante, independientemente del movimiento de la Tierra. De lo anterior puede deducirse que la naturaleza de la luz es ondulatoria. No obstante, a fines del siglo xix se descubre el fenómeno fotoeléctrico, el cual consiste en la transformación de energía luminosa a energía eléctrica; cuando un rayo de luz de determinada frecuencia incide sobre una placa metálica, éste es capaz de arrancar de ella un haz de electrones generándose una corriente eléctrica.
Estos últimos arrancan electrones de un metal (fenómeno fotoeléctrico) como si se tratara de corpúsculos en movimiento que chocan con los electrones en reposo.
En conclusión, la luz es una energía radiante transportada a través de fotones y transmitida por un campo ondulatorio, por ello se requiere de la teoría corpuscular para analizar la interacción de la luz con la materia.