Un editorial es un texto expositivo-argumentativo que pertenece al género periodístico y generalmente no está firmado. Se estructura en varias partes clave: el título, que debe ser llamativo para captar la atención del lector; la introducción, que en pocas líneas presenta el tema de manera precisa y concisa; el cuerpo, donde se desarrollan las argumentaciones con datos e informaciones que apoyan las ideas y opiniones del editor; y la conclusión, un párrafo corto que resalta los puntos más importantes y ofrece una perspectiva clara sobre el tema.
Informativos: se dirige al conocimiento o la percepción.
Interpretativos: introduce causas, efectos, futuro, conjeturas, entre otras.
Argumentativos: se dispone en forma retórica, con argumentaciones y contraargumentaciones, para tratar de llegar al ánimo del lector.
Estructura del editorial
partes
Título: El escritor deberá utilizar palabras claras y precisas para referirse al tema que va a desarrollar, el título tiene que ser llamativo para despertar el interés de la audiencia. Algunos editores utilizan la técnica de la pregunta.
Introducción: Esta debe redactarse en un párrafo no mayor a cinco líneas. El objetivo es darle a conocer a la audiencia el tema que se va desarrollar en oraciones cortas y precisas.
Cuerpo: Se presenta la argumentación con datos o informaciones que logren sustentar las ideas y opiniones del editor respecto al tema. El propósito es brindarle a la audiencia la posibilidad de apoyar o rechazar lo expuesto en el editorial y crear una matriz de opinión.
Conclusión: Esta debe ser escrita en un párrafo corto. Se enfatizan los puntos más relevantes del tema expuesto, presentando el razonamiento lógico y la opinión del medio, de esta manera, la audiencia podrá tener una visión más clara del tema.
Los editores
El consejo editorial se reserva el derecho de aceptar o rechazar para la publicación los manuscritos. En caso de que fuera aceptado se remite al comité de diagramación y diseño.