La Guerra de los Seis Días, que tuvo lugar del 5 al 10 de junio de 1967, se desencadenó por tensiones acumuladas en el Medio Oriente. Egipto, bajo el liderazgo de Nasser, decidió atacar a Israel, ordenando el desplazamiento de tropas a la frontera y bloqueando el Golfo de Aqaba.