作者:LINA PAQUITA BELTRAN HERRERA 3 年以前
4231
更多类似内容
PRESENTADO POR:LINA PAQUITA BELTRAN HERRERA
CURSO:1001
Caracteristicas
Que diferencia un bien de un servicio es su tangibilidad: los servicios no se pueden ver ni tocar. Mientras que los bienes sí, con los servicios los consumidores tendrán que quedarse con la experiencia y la satisfacción de haberlo consumido. Esto tiene una importante repercusión a la hora de valorar la calidad del mismo, pues resulta más complejo y subjetivo valorarlo. Por otro lado, tenemos que reconocer que tampoco los servicios son totalmente intangibles. Todos tienen su parte tangible, por mínima que sea. Por ejemplo: un servicio de transporte como el tren puede tener como parte física los trenes, los billetes, las estaciones, etc. Todas estas cosas son bienes tangibles, en cambio el transporte en sí es un servicio.
Un servicio es un acto o desempeño que una persona puede ofrecer a otra, que es esencialmente intangible y que no conlleva ninguna propiedad.
Se requieren algunos elementos tangibles para poder entregar el servicio y hacer llegar el beneficio al cliente.
Por ejemplo, la gitana que lee el futuro utiliza todo un conjunto de elementos tangibles para producir el efecto deseado.
Ejemplos
Producto en química y Producto en matemáticas
De acuerdo con el ejemplos anteriores, podemos decir que
un producto es un conjunto de características y atributos tangibles (forma, tamaño, color...) e intangibles (marca, imagen de empresa, servicio...) que el comprador acepta, en principio, como algo que va a satisfacer sus necesidades. Por tanto, en marketing un producto no existe hasta que no responda a una necesidad, a un deseo. La tendencia actual es que la idea de servicio acompañe cada vez más al producto, como medio de conseguir una mejor penetración en el mercado y ser altamente competitivo. Hemos considerado oportuno detenernos también aquí a considerar las posibles diferencias entre producto y servicio, ya que los conceptos suelen ser confundidos y utilizados erróneamente.
Tipos de producto Los productos pueden clasificarse en tangibles o intangibles, dependiendo de si son cosas físicas o no. Por otro lado, según su finalidad o “situación de compra”, se clasifican en
Bienes de consumo. De usabilidad limitada, se consumen de manera rápida y tienen vida corta, como alimentos, frutas, víveres, etc. Servicios. Actividades, usos y beneficios que se consumen al momento mismo de prestarse, como son el corte de cabello, las labores domésticas, las reparaciones de electrodomésticos, etc. Bienes de uso común. Aquellos productos que forman parte de la canasta habitual y se consumen rápido, como son los textiles, zapatos, etc. Bienes de emergencia. Productos que la ciudadanía consume en situaciones extraordinarias, pero que normalmente están disponibles en caso de necesidad, como son los extintores de incendios, repuestos de artefactos, etc. Bienes durables. Productos con un ciclo de vida muy extenso, cuya necesidad de reposición abarca años o incluso décadas. Bienes de especialidad. Aquellos bienes dotados de características muy particulares destinados a un mercado de consumo hiperespecífico, como los insumos médicos, la tecnología militar, etc
Características de un producto
Formulaciones e ingredientes. Aquellas sustancias y materiales a partir de los cuales están hechos, y que normalmente deben verse reflejados en el empaque, para que el consumidor pueda saber lo que consume. Esto es particularmente cierto en el caso de los bienes de consumo, ya que en otro tipo de bienes no resulta tan importante, como en los productos siderúrgicos. Dimensiones y características físicas. Los productos poseen un conjunto de características físicas (tamaño, densidad, espesor, etc.) que los caracterizan, sobre todo aquellos producidos en serie, y que obedecen normalmente a estandarizaciones como las normas ISO, por ejemplo. Componentes y funciones. Todos los productos sirven para algo, es decir, satisfacen alguna necesidad, ya sea gracias a sus componentes específicos (como en el caso de las medicinas y sus principios activos), o de su formulación general. Empaquetado y presentación. Todo producto se ofrece en algún tipo de empaquetado o envase, es decir, en un contenedor que lo protege hasta su llegada al consumidor final. En algunos casos, dichos empaques o envases pueden ser en sí mismos el producto. Finitud y escasez relativa. Todos productos son finitos, es decir, requieren de un proceso continuo y constante de elaboración, sin el cual, simplemente, se acabarían. Esto significa que son relativamente escasos, aunque la necesidad que tengamos de ellos pueda ser, en general, infinita