RUBY FRANCELINE CONDORI APAZA

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ALTER EGO

Durante mi periodo como interna de enfermería, coincidí con la jefa del servicio, quien mencionaba que no realizaba ciertos procedimientos, ya que consideraba que no eran parte de sus funciones.

La jefa del departamento de oncología en el Hospital Goyeneche solía comentar sobre otras licenciadas, mencionando que existían distintos niveles y que ella no podía compararse con una enfermera del área de cirugía.

En la clínica donde trabajaba, mi colega solía afirmar: "Soy experta en la colocación de vías, a mí no se me escapa nada", especialmente cuando yo no lograba encontrar la vía.

GENERO

En el área de emergencias de la clínica donde trabajaba, la dueña tenía licenciados favoritos, lo que generaba una distribución desigual de las tareas, asignando mayor carga laboral a algunos que a otros.

Durante mi internado de enfermería, noté que algunos pacientes varones del área de cirugía preferían ser atendidos únicamente por las licenciadas más jóvenes.

Durante mi internado de enfermería en el Hospital Goyeneche, observé que la licenciada jefa del departamento de medicina mostraba un trato preferencial hacia un licenciado, únicamente por ser varón. A pesar de sus errores, ella siempre lo defendía.

ESTETICO

En el Hospital Goyeneche, tuve una colega que tenía tatuajes y demostraba un trato excepcional hacia sus pacientes, brindándoles atención con gran cariño y empatía. Esto me enseñó que la apariencia o los tatuajes no determinan la calidad humana ni profesional de una persona.

Durante mi experiencia laboral en la clínica, noté que varios pacientes solicitaban específicamente ser atendidos por mí, ya que percibían que mantenía una presentación personal adecuada en comparación con algunos de mis colegas. Al preguntarles por qué preferían no ser atendidos por ellos, mencionaban que su apariencia poco cuidada no les inspiraba confianza.

Durante mi periodo como interna de enfermería, observé que la licenciada del servicio de oncología no utilizaba el uniforme de manera adecuada ni acorde con las exigencias del entorno laboral.

PILATOS

Durante mi periodo como interna de enfermería, la licenciada del servicio de medicina solía responsabilizarnos cada vez que una vía se obstruía, desviando la culpa hacia otros.

Mientras trabajaba en una clínica estética, ingresé a la sala de operaciones y observé que la licenciada a cargo no verificó la esterilidad del material quirúrgico, utilizando instrumentos sin esterilizar.

Mientras trabajaba en la clínica San Antonio, tenía una colega que informaba constantemente a la dueña sobre todo lo que ocurría. Sin embargo, cuando la dueña nos llamaba la atención, ella fingía no estar al tanto de nada.