La ciudadanía ha evolucionado a lo largo de la historia, influenciada por eventos significativos como la Revolución Francesa de 1789. En la antigua Roma, el concepto de "civitas" definía la pertenencia a la ciudad, mientras que en Grecia, la ciudadanía estaba restringida a ciertos grupos, excluyendo a extranjeros, mujeres y esclavos.