af Raquel Stephany Aguilar 3 år siden
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Mere som dette
Debido a que los profesores que sufren de este síndrome se sienten impotentes e inútiles, en muchas ocasiones tienden a encerrarse en sí mismos y pierden todo interés por su trabajo. De esta manera, su pasión por lo que hacen desaparece y comienzan a realizar sus tareas de forma mecánica, lo que puede introducirles un círculo vicioso que les lleve a sentirse aún peor respecto a su labor docente.
Debido a que una de las principales causas del síndrome del profesor quemado es la imposibilidad de realizar el trabajo de la manera en la que le gustaría al docente, estos suelen presentar una gran insatisfacción con la labor que están desempeñando. Esta insatisfacción se traduce en la práctica como una sensación de fracaso o de derrota, así como la creencia de que se es impotente frente a las situaciones en el aula.
Uno de los principales indicadores de que el problema existe es esa sensación, sostenida en el tiempo e intensa, de “no poder más”. Al igual que en la mayoría de los síndromes producidos por el estrés, las emociones se descontrolan y la persona tiende a sentirse triste, cansada y sin ganas de hacer nada.