En el pensamiento de Adela Cortina, se exploran varias tradiciones éticas que ofrecen diferentes perspectivas sobre la moralidad y la conducta humana. La tradición dialógica enfatiza la importancia del diálogo sobre el monólogo, sugiriendo que la comunicación debe ser genuina y no meramente estratégica, y propone el test del discurso como herramienta evaluativa.