El sistema de conducción eléctrica del corazón es vital para mantener el ritmo cardiaco adecuado. Comienza en el nodo sinusal, cuyas células automáticas generan impulsos eléctricos a una frecuencia de 60 a 100 por minuto.
Ambas ramas recorren el septo interventricular, hasta que la rama izquierda se divide en dos fascículos, los fascículos anterior y posterior, que se extienden desde la base de ambos músculos papilares hasta el miocardio adyacente, ramificándose posteriormente y terminando en las fibras de Purkinje
es la continuación del nodo AV que penetra en el cuerpo fibroso central. Tiene un trayecto común que varía en cada persona, posteriormente se divide en dos ramas, la rama derecha y la rama izquierda.
Nodo auriculoventricular
retrasa el impulso cardiaco (separando la sístole auricular y ventricular) y limita la cantidad de estímulos que llegan a los ventrículos, evitando que arritmias auriculares, como la fibrilación auricular
trasmitir los estímulos de las aurículas a los ventrículos, ya que es la única conexión entre ambas estructuras (excepto cuando existe una vía accesoria
1. Nodo sinusal
Su principal característica es el automatismo de sus células, que generan una estimulación eléctrica a una frecuencia de 60 a 100 impulsos por minuto, iniciando el estímulo eléctrico y controlando el ritmo cardiaco.
Rama izquierda del haz de His
Rama derecha del haz de His
Sistema de Purkinje
Están compuestas por células especializadas en conducir rápidamente el estímulo eléctrico, y forman una red subendocárdica en ambos ventrículos, garantizando su despolarización simultánea
son el último componente del sistema de conducción cardiaco. Son las encargadas de provocar la despolarización de los ventrículos, trasmitiendo la activación eléctrica que se originó en el nodo sinusal.