La autorregulación emocional es la habilidad de reconocer y gestionar nuestras propias emociones para comunicarnos y expresarnos adecuadamente. Las emociones pueden clasificarse en varias categorías, como el temor que surge ante situaciones percibidas como peligrosas, la sorpresa frente a lo novedoso, la furia cuando algo nos disgusta, la tristeza ante la pérdida, la alegría por experiencias placenteras y el desagrado hacia lo que nos repugna.