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por fernando enriquez hace 3 años

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Modernismo y postmodernismo, hacia la construcción de un liderazgo antropocéntrico

El texto aborda la transición entre modernismo y postmodernismo en el contexto del liderazgo. La crisis epistemológica del positivismo en los años setenta, junto con la incapacidad de las grandes teorías sociales para predecir el futuro, la crisis ecológica por la industrialización y la crisis del estado benefactor, fomentaron una desconfianza generalizada hacia la razón y el progreso.

Modernismo y postmodernismo,
hacia la construcción de un liderazgo
antropocéntrico

Modernismo y postmodernismo, hacia la construcción de un liderazgo antropocéntrico

Postmodernismo y concepción del liderazgo

Pareciera existir consenso de que el juego de interrelaciones y creencias modernistas pierde poco a poco su sentido de ordenamiento y validez.

el pensamiento postmoderno, la lengua viene a ser un subproducto del intercambio humano y su viabilidad depende de la cooperación vecina
En este proceso dialógico el sujeto construye sus propias representaciones que ahora son visiones compartidas, negociadas que regulan su comportamiento dentro de la organización

Modernismo y liderazgo

En la concepción modernista, sociedad en la cual la razón se considera única e invariable (de la Garza y otros, 2008), se otorga gran dignidad a la racionalidad individual, la capacidad de observación cuidadosa y deliberación racional; pauta que guió el discurso durante el siglo XX (Gergen y Tojo, 1996)

Desde la óptica modernista, la discusión racional debe pasar por las reglas existentes dentro de una tradición particular cultural, dándose jerarquías de racionalidad dentro de la cultura, en virtud del grado educativo y nivel cultural, entre otros

Hacia un liderazgo centrado en el hombre

Appignanessi y otros (1997), visualizan, para el final del juego postmoderno, el retorno del pensamiento de los filósofos de la “Gran Narrativa”, entre ellos, Kant, Hegel y Marx y la reaparición del Romanticismo, como aquello que tal vez pueda traernos el remedio que buscamos.

La razón exige que los líderes, teniendo muy en cuenta los designios de su conciencia, se consagren a la acción temporal, conjugando plenamente las realidades científicas, técnicas y profesionales con los bienes superiores del espíritu.
el líder debe dictar aquellas disposiciones que, además de su perfección formal, se ordenen por entero al bien común o puedan conducir a él

Modernidad y Postmodernidad. Contrastes en el liderazgo

Para de la Garza (2008:10) a la crisis epistemológica del positivismo acaecida en la década de los setenta, se unen la crisis práctica devenida de la imposibilidad de predicción de grandes teorías sociales, el inicio de la crisis ecológica relacionada con la industrialización, la del estado interventor – benefactor y la extensión de la pobreza para convertirse en caldo de cultivo para “la desconfianza como estado de ánimo acerca de la idea de razón, de sujeto transformador y de progreso” en detrimento del imaginario de futuro, de proyecto o de organización, crisis que buscó su salida en el individualismo concebido como libertad frente a estructuras o concepciones totalizantes -consideradas opresoras- sin prever las consecuencias de la fragmentación que traía aparejada y con ello el inicio de su decadencia

Esta dimensión asume un enfoque reflexivo y dinámico que posibilita la comunicación.
el líder moderno no toma en consideración a sus seguidores convirtiéndolos en instrumentos para alcanzar sus objetivos

Algunas tipificaciones de liderazgo

competitividad de las organizaciones jerárquicas



Cada cultura y cada sociedad responden a un modo de pensar y conocer específico que define su racionalidad
Según Márquez (2001), se están dando procesos de ruptura y quiebre en diferentes campos de la realidad social, de lo cual no escapa el mundo de las organizaciones