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La coherencia es a nuestro entender uno de los valores más importantes que hay que preservar cuando hablamos de gestión ética institucional.
Y si hay educación hay educación en valores, ya que no es posible educar sin valores.
No podemos tratar los entornos virtuales de aprendizaje como entornos en los que, debido a la falta de contacto físico, sus posibilidades educativas quedan reducidas a la simple formación, debemos educar con valores también en entornos virtuales.
La educación es algo que mantenemos a lo largo de nuestras vidas, especialmente en una sociedad como la nuestra tan cambiante por ello el valor especial en la educación que se realiza a través de las TIC es de la posibilidad de ofrecer oportunidades a las personas que pertenecemos a la sociedad de la información y del conocimiento, a nuestra sociedad de hoy, de trabajar por la superación de la brecha digital que divide pueblos, y, por ello, personas.
Muchas son las posibilidades educativas que nos abre la sociedad de la información y del conocimiento. No explorarlas es mostrarse tímido y cobarde ante el reto de educar para la sociedad de hoy. No hacerlo es hipotecar el futuro de los que ahora son niños y de los jóvenes. Sería una gran irresponsabilidad.
A los espacios creados en Internet para la educación hemos convenido en llamarles entornos virtuales de aprendizaje (EVA).
Los EVA son construidos en la no presencia, en la asincronía, son generadores de vivencias y de sensaciones, y, por ello, capaces de crear conciencia valorativa en las personas que los integran.
La tecnología no es un fin, sino el medio necesario en este caso para conseguir los objetivos de aprendizaje.
las instituciones que pretendan educar por Internet deberán poner mucho cuidado en el sistema de organización de su EVA, ya que a través de la estructura que configuren estarán determinando la forma en la que se van a producir, o no, situaciones de vivencia valorativa en su interior.
Ejemplo: un EVA que no permite la interacción entre alumnos, sólo entre profesor y alumno de forma bidireccional. De este modo el establecer la comunicación condiciona, en un sentido o en otro, las posibilidades de vivencia, la decisión de establecer este tipo de comunicación ha sido tomada por parte de alguna estructura con capacidad de hacerlo en el seno de la institución educativa.
Por consiguiente la gestión de un entorno educativo, como de cualquier otra actividad, no está exenta de carga valorativa, de ética, tanto en espacios presenciales (escuela) como espacios virtuales (campus virtual, etc).
El EVA es el espacio a través del cual se manifiestan los valores de la organización y es, a su vez, el espacio que debe gestionar la institución para mostrar, de forma explícita, su interés por la manifestación de determinados valores que se quieran potenciar.
La presencia ética existente en Internet no crea nuevos valores; lo que hace es manifestar nuevas formas de valoración. La universalidad de los valores existe en cualquier manifestación humana, lo que sucede es que existe una clara variabilidad en su manifestación.
EJEMPLOS DE VIRTUALIDAD: Realidad virtual, no presencialidad, aula virtual, campus virtual, etc.
¿Cómo se pueden manifestar los valores?
Con hechos, nuestro rechazo a la violencia, cuando nos resistimos activamente ante situaciones de intolerancia o de falta de respeto hacia las personas, cuando sentimos y evidenciamos nuestro amor o nuestro afecto, o cuando emitimos nuestro juicio respetuoso ante una determinada situación.