Un argumento falaz parece válido pero no lo es, constituyendo un engaño frecuente en la vida cotidiana, ya sea de forma intencionada o no. Existen diversos tipos de falacias, cada una con características específicas que invalidan el razonamiento.
Las premisas pueden ser verdaderas al 100% pero la conclusión no
Ad ignoratiam
En estos argumentos no se pude demostrar lo contrario por lo que son verdaderos
Negación del antecedente
Es donde se niega la premisa y la conclusión es negativa
Ad baculum
Sostiene la validez de un argumento basándose en la fuerza, en la amenaza o en el abuso de la posición propia
Ad verincundiam
Va dirigida al persona que creemos experta en el tema, no se puede confiar en esta
Afirmación del consecuente
Es un argumento en el que la 1° premisa es verdadera y la 2° tiene características que generalizan y destruyen la orientación de la primera y en la conclusion se encuentra un error del sentido logico
Ad populum
Usa mal las razones decidir una conclusión como real justificándose en ideas ideologicas y tradicionalismo
Ad hominem
Se juzga ala persona y no al argumento que afirman
Silogismo disyuntivo falaz
La premisa presenta 2 o varias opciones y en la conclusión apoyamos una y las demás las negamos
Características de las falacias
Son engaños sumamente comunes. Pueden ser voluntarios o involuntarios. Se usan usualmente en la vida cotidiana.