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Necesarias verdades fundamentales
Múltiples son las imágenes con las que se podría iluminar el misterio de Dios, y muy distinto su sentido, su Sitz im Leben, su contexto vital y el elemento intrínseco de comparación
La definición más difícil, y también la más importante, es el concepto de «persona»
«Propiedades», «apropiaciones» o atribuciones y «nociones» en el edad media
Naturaleza, esencia y persona- términos filosóficos. S IV
Unidad-procesión-retorno, en el neoplatonismo
Memoria-inteligencia-amor, San Agustín.
Sol-luz-reflejo, de Atanasio
Imagen del sello, de Orígenes
Padre, Hijo-Pneuma
El ser, acción y autorrevelación de Jesús de Nazaret y del Espíritu en la Iglesia son, junto al misterio de la creación de nuestro mundo, el fundamento que nos permite hablar de Dios
La acción divina ad extra. No puede establecerse entre creador y criatura una semejanza sin que la diferencia sea aún mayor
Las relaciones entre fe y ciencia, entre revelación divina y conocimiento natural de la verdad. Las relaciones entre pensamiento, conocimiento y comprensión.
Idea creacionista de la revelación
El hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios. Desde allí se evidencia facultades espirituales
Con las que puede
Puede y debe meditar sobre los misterios salvíficos de Dios que sólo se captan con la fe; significa también que su fe no es la fe ciega del carbonero, sino que más bien ha de ser una fe iluminada e inteligente con la iluminación e inteligencia otorgada por el Espíritu Santo
Puede conocer el bien y el mal y hasta la grandeza de las obras de Dios, pudiendo poseer en la sabiduría del corazón la ley de su vida
Dificultades conceptuales
«¿Qué tienes que no hayas recibido?»)
Concilio Vaticano I (1870) frente al racionalismo de la ilustración
Hay un doble orden de conocimiento, distinto no sólo por su principio, sino también por su objeto
Por su objeto
por fe divina
Por su principio
Conocemos por razón natural
No sólo lo recuerdan la señal de la cruz, las doxologías, el gloria y el credo de la misa y las fórmulas con que se administran casi todos los sacramentos, sino que las oraciones todas de la Iglesia se dirigen «al Padre por Cristo en el Espíritu Santo».
Con el papa Juan XXII como obligatoria para toda la Iglesia, la celebración de una fiesta propia de la santísima Trinidad el domingo después de Pentecostés.
Peligro: la cuaternidad
Adoptando en su lenguaje el concepto de persona de Tomás de Aquino, según el cual las personas en Dios sólo se constituyen por las relaciones entre las mismas
Credo de Florencia
Por razón de esta unidad el Padre está todo en el Hijo, todo en el Espíritu Santo; el Espíritu Santo está todo en el Padre, todo en el Hijo. Ninguno precede a otro en eternidad, o le excede en grandeza, o le sobrepuja en potestad.
El credo del concilio de Lyón
Credo del Concilio Lateranense IV
Nosotros, empero, con aprobación del sagrado concilio, creemos y confesamos con Pedro Lombardo que hay una realidad suprema, incomprensible ciertamente e inefable, que es verdaderamente Padre, Hijo y Espíritu Santo; las tres personas juntamente y particularmente cualquiera de ellas y por eso en Dios sólo hay Trinidad y no cuaternidad.
San Agustín (f 431) y de Fulgencio de Ruspe (t 532)
La diversidad no es separación
No ha de pensarse que estas tres personas son separables, pues no ha de creerse que existió u obró nada jamás una antes que otra, una después que otra, una sin la otra. Porque se halla que son inseparables tanto en lo que son como en lo que hacen..
La unidad no es identidad
Cuando decimos que el Padre es lo mismo que el Hijo, el Hijo lo mismo que el Padre, lo mismo el Espíritu Santo que el Padre y el Hijo, se muestra que pertenece a la naturaleza o sustancia por la que es Dios, pues por sustancia son una sola cosa. Porque distinguimos las personas, no separamos la divinidad.
Cuando decimos que no es el mismo Padre que es Hijo, nos referimos a la distinción de personas.
Una sustancia
Ni como predicamos tres personas, así predicamos tres sustancias, sino una sola sustancia y tres personas.
Cada persona es confesada y creída plenamente Dios, y las tres personas un solo Dios.
Su divinidad única o indivisa e igual, su majestad o su poder, ni se disminuye en cada uno, ni se aumenta en los tres; porque ni tiene nada de menos cuando singularmente cada persona se dice Dios, ni de más cuando las tres personas se enuncian un solo Dios. Así, pues, esta santa Trinidad, que es un solo y verdadero Dios, ni se aparta del número ni cabe en el número.
Las tres personas
Creemos que el Espíritu Santo, que es la tercera persona en la Trinidad, es un solo Dios e igual con Dios Padre e Hijo
No, engendrado o creado, sino que procediendo de uno y otro, es el Espíritu de ambos.
Se cree que fue enviado por uno y otro, como el Hijo por el Padre; pero no es tenido por menor que el Padre o el Hijo, como el Hijo por razón de la carne asumida atestigua ser menor que el Padre y el Espíritu Santo.
Confesamos también que el Hijo nació de la sustancia del Padre, sin principio antes de los siglos, y que, sin embargo, no fue hecho, porque ni el Padre existió jamás sin el Hijo, ni el Hijo sin el Padre
El Hijo es
Procedente del Padre; el Padre es Dios, pero no procedente del Hijo. Dios Hijo del Padre y Dios que procede del Padre. Pero el Hijo es en todo igual a Dios Padre, porque ni empezó alguna vez a nacer ni tampoco cesó.
Confesamos que el Padre no es engendrado ni creado, sino ingénito
Porque Él
Es también Padre de su esencia, que de su inefable sustancia engendró inefablemente al Hijo y, sin embargo, no engendró otra cosa que lo que é! es: Dios a Dios, luz a luz; de él, pues, se deriva toda paternidad en el cielo y en la tierra.
De ninguno trae su origen, y de él recibió su nacimiento el Hijo y el Espíritu Santo su procesión.
Trinidad
«Confesamos y creemos que la santa e inefable Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, es naturalmente un solo Dios de una sola sustancia, de una naturaleza, de una sola también majestad y virtud
Aparece
La «confesión de fe apostólica» con la ampliación cristológica del 325 (Nicea) y la ampliación pneumatológica del 381 (Constantinopla), y que se viene recitando hasta hoy como credo de la misa
Frente al monarquianismo de Sabelio y el triteísmo del obispo Dionisio de Alejandría escribe:
Es necesario
El Verbo (Logos) divino esté unido con el Dios del universo y que el Espíritu Santo (Pneuma) habite y permanezca en Dios; y, consiguientemente es de toda necesidad que la divina Trinidad se recapitule y reúna, como en un vértice, en uno solo, es decir, en el Dios omnipotente del universo.
Dionisio y los suyos, por el contrario; predican, en cierto modo, tres dioses, pues dividen la santa unidad en tres hipóstasis absolutamente separadas entre sí.
Sabelio blasfema diciendo que el mismo Hijo es el Padre y viceversa.
El triteísino
Una convicción creyente menos seria
Con formulaciones filosóficas inadecuadas, aparece también repetidas veces la doctrina de resonancias triteísticas
Juan Filópono
Admite tres individuos en la categoría de Dios, cuando escribe en su obra principal El arbitro: «En Dios hay, por lo mismo, tres partes y esencias; no siendo la esencia común más que una abstracción»
Los padres capadocios del siglo IV
Lucharon fuertemente en contra
Papa Dionisio
Primero en oponerse, en 268, mediante una carta escrita al obispo Dionisio de Alejandría, contra un triteísmo que dividía al único Dios en tres principios, doctrina que ya había defendido Marción
El monarquianismo.
arrancó del rígido monoteísmo
Convertir la unidad del ser de Dios en una unidad de persona, de tal modo que la trinidad «Padre, Hijo y Espíritu» ya no se podía entender de un modo ontológico-personal, sino sólo de una manera cualitativa
Económico.
Simbolista
En Kant la Trinidad aparece de un modo más nominalista como simbolización del poder, sabiduría y bondad de Dios.
Dialéctico-actualista.
Schelling
Dios no es otra cosa que el proceso del ser, que se desarrolla entre voluntad inconsciente (naturaleza), voluntad consciente (conciencia) y retorno a la unidad (libertad) y que se divide en Creador y criatura.
Hegel
Dios es el Espíritu absoluto en su ser mismo, en el ser ajeno y en su unidad que vuelve a sí misma
E. Brunner (Der Mittler 1927, 233-255), que en su última obra formula esta tesis: «La doctrina trinitaria de la Iglesia, establecida por el antiguo dogma eclesial, no es un kerygma bíblico ni, por tanto, tampoco un kerygma de la Iglesia, sino una doctrina teológica protectora del del núcleo de fe bíblico-eclesiástica.
Modalístico
El Logos no era una auténtica persona en Dios, sino que Cristo era un hombre en el que el Padre operaba y también padecía (patripasianos).
Dinamístico
Presentaba al Logos y al Pneuma como puras manifestaciones y efectos del Dios único. Quería expresar la igualdad personal entre Padre e Hijo.
Tríadas divinas del paganismo
Pneuma filoniano hay que explicarlo desde el monismo dinámico-rnaterialista de la estoa
Concebir la religión como algo meramente cultural
No entiende la religión como un existenciario humano (en la fe) sino más bien como un simple producto cultural
La teología griega desarrolló así una imagen más dinámica de Dios.
Considera al Kyrios glorificado más bien como el Pneuma presente en este mundo (concepción mística), hasta el punto de que el propio mundo adquiere rasgos más pneumáticos
Pensamiento occidental romano
Intentando después comprender las realidades de la historia de la salvación, el misterio cristológico y el misterio del Espíritu de Dios en la Iglesia, como explicaciones de esa única esencia divina
Empezó por contemplar la única esencia
Iglesia Oriental
Fiel a esa visión personalista
Contempla
Al Logos eterno y Señor glorificado.
Concebirle como una criatura espiritual, cual si fuese el alma
psicologismo idealista
Imaginar a Dios sin tener en cuenta el hecho de que nuestro pensamiento humano natural está referido al mundo de la experiencia
El pensar a Dios cual si fuese un cuerpo
(historicismo materialista)