Los Frutos del Espíritu Santo.
“Los frutos del Espíritu son perfecciones que forma en nosotros el Espíritu Santo como primicias de la gloria eterna. La tradición de la Iglesia enumera doce: ‘caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia, castidad’ (Gálatas 5, 22-23)”
La Templanza
Es el control propio en el pensamiento, en nuestro enojo, nuestro hablar, el ejercicio del dominio propio refleja el poder de Dios en nuestra vida.
La Fe
Digno de confianza, fidelidad, honestidad, confianza en el tratos de uno con otros, lealtad.
La Bondad
Es como consecuencia de la benignidad pero de manera más incisiva en quien sufre y necesita ayuda. Quien da este fruto no critica malsanamente y tampoco condena a los demás; es más, ayuda a sanar a ejemplo de Jesucristo, la bondad infinita.
La Benignidad
La amabilidad es la voluntad de dar a los demás más allá de lo que les pertenece.
La Paciencia
Esta paciencia es una virtud que debe esperarse en la vida de cada creyente en medio de las mas vitales direcciones acerca de la responsabilidad de andar dignamente.
¿Qué son y para qué sirven?
La Mansedumbre
Se opone a la ira y al rencor, evita que el cristiano caiga en sentimientos de venganza.
La Paz
El énfasis aquí esta en la paz con Dios, una bendición basada en la relación con Dios, también comprende la paz con uno mismo y con las circunstancias, Dios es llamado Dios de Paz.
El Gozo
“Considérenlo pura alegría, mis hermanos y hermanas, cada vez que enfrentan pruebas de muchos tipos porque saben que la prueba de su fe produce perseverancia " (Santiago 1: 1-2).
El Amor
Amar a nuestros enemigos.
Amarnos unos a otros.
Amar a Dios sobre todas las cosas.