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Elaborado por Ángel Capitán Tovar.

De "El dieciocho brumario" y los actores colectivos identificados por Marx

Los trabajadores del campo y el lumpen

La figura del "lumpenproletariado" acuñada por Marx engloba, junto a los trabajadores del campo, a la clase social que se posiciona debajo del proletariado, no solo por su condición rural, sino por contar con menores condiciones de vida y de trabajo.

El rol de este sector tuvo una enorme relevancia en la llegada al poder de Napoleón III, ya que éste aprovechó su buena imagen producto de su descendencia para organizar a este sector en células (principalmente mediante la sociedad del 10 de diciembre) actuando de manera violenta contra quien significase una oposición al Imperio.

El lider carismatico

Otro de los actores relevantes dentro del caso estudiado por Marx es la del Líder Carismático. Este actor político se caracteriza, entre otras cosas, por tener la suficiente audacia para atraer y sumar a otros actores colectivos que ven en él un cambio factible.

Pese a considerarlo un personaje mediocre y grotesco, Marx reconoce que Luis Bonaparte fue lo suficientemente astuto para obtener aliados políticos, sumar al campesinado y al lumpenproletariado, así como el apoyo de ciertas facciones conservadoras, ademas, Bonaparte logra crear las condiciones ideoneas para llegar al poder, como lo fueron el debilitar la estructura constitucional, aprovechar la fractura y la división del parlamento para nulificar la acción de las fuerzas políticas ajenas a su movimiento, así como eliminar a una reaccionaria -y por ende peligrosa- Guardia Nacional. Finalmente, Bonaparte concretó exitosamente su propia version del 18 brumario al ejecutar su golpe de Estado.

El poder dominante

En el análisis de Marx se aprecia la figura de una élite dominante que detenta en cierto momento el poder político y su papel es el de conservar ese poder frente a una constante y férrea lucha por dicho poder político.

El periodo analizado por Marx se caracteriza por la profunda inestabilidad política de la época, debido a que los diferentes actores colectivos dentro de la sociedad tenían intereses y posturas que difícilmente empataban entre si. Así, antes de la llegada de Luis Bonaparte al poder, la burguesía es la que detentaba provisionalmente el poder, resaltando la figura del conservadurismo encabezada por Cavaignac. Así mismo, se aprecia la figura del partido del orden compuesto por la aristocracia financiera como una entidad con un alto poder. Finalmente Napoleón III termina asumiendo el poder, tomando una serie de polémicas decisiones que de manera incipiente provocarían el despertar del proletariado.

La Academia, la prensa y la iglesia.

Resulta interesante como Marx identifica de forma clara la participación de actores de una enorme influencia social como son la prensa, la iglesia y la academia como entes que activamente operan, interactúan y cabildean en favor de quien considera la mejor opción para tomar el poder.

En el 18 brumario Marx identifica que la prensa jugó un papel relevante en este complejo proceso histórico, no solo por su capacidad para influir en el lector cuando se le brinda información parcial o de carácter tendencioso en favor o en contra del régimen, sino adicionalmente porque, ya instaurado el régimen imperialista se promovió una fuerte campaña de censura. Por su parte, los intelectuales y los curas también toman parte de la discusión política, en el caso de los intelectuales obrando de acuerdo a la clase social y la escuela de pensamiento de la que provienen, mientras en el caso de la iglesia en favor de quien les permitiese seguir operando bajo condiciones de seguridad.

El proletariado

Aún cuando la concepción marxista del proletariado muestra a este grupo como una fuerza meramente laboral compuesta por obreros y trabajadores sin ninguna organización política de por medio, es evidente que, al ser el grueso de la sociedad y estar en medio de una época marcada por el descontento social, la insurrección de este sector social resultaría un evento ineludible.

En la tesis marxista la figura del movimiento proletario toma un rol fundamental para entender la transformación política, la revolución proletaria, sostiene Marx, es complicada de propiciarse y es rígida para imponerse, pero es mucho mayor durabilidad que las revoluciones burguesas. Así, finalmente el autor sostiene que la lucha del proletariado debería propiciar la destrucción definitiva del Estado aristocrático-burgues.

Partidos políticos

Quizá los actores políticos mas fáciles de reconocer sean los diferentes y extremadamente diversos partidos y corrientes políticas, ya que éstos no esconden sus principales objetivos y son quienes de forma mas directa actúan estrategicamente en el campo de la negociación política y el conflicto de intereses.

Es este grupo podemos observar la participación de las corrientes conservadoras, socialdemócratas, republicanas, cada una de ellas con sus diferentes vertientes; ademas de diversos partidos, siendo los principales el ya mencionado partido del orden y el partido socialdemócrata de pequeños burgueses y obreros conocido como la "Montaña". Todos estos grupos se confrontaban directamente en la Asamblea Nacional con el fin de establecer un modelo de gobierno permanente, empero, la nula capacidad de generar acuerdos y la irrupción de los napoleonistas terminó anulando la fuerza de este parlamento, para, finalmente terminar siendo subordinado a la figura de Bonaparte y concertándose así la desintegración de dichas fuerzas.

La burguesia

Una de las bases esenciales de la teoría marxista sostiene que la burguesía, como la clase de transición, se caracteriza, no por la búsqueda de un bien común, sino la búsqueda del bienestar de sus allegados, principalmente a través del sometimiento del resto de las clases sociales.

Dentro de este sector Marx visualiza a agentes como la burguesía industrial, la burguesía republicana, los altos mandos del ejercito, los terratenientes, la clase media y la denominada "pequeña burguesía"