Las virtudes intelectuales esenciales abarcan varias disposiciones que permiten la búsqueda y el respeto por la verdad y la justicia en el ámbito del pensamiento. La perseverancia intelectual implica mantener la claridad y el compromiso con la verdad, incluso ante desafíos.
Implica adhesión a los estándares intelectuales sin importar las ventajas que uno mismo o su grupo pueda obtener.
Autonimía intelectual
Dominar de forma racional los valores y las creencias que uno tiene y las inferencias que uno hace.
Empatía intelectual
Estar consciente que uno necesita ponerse en el lugar del otro para entenderlo. Esta característica se relaciona con la habilidad de construir con precisión los puntos de vista.
Entereza Intelectual
Estar consciente de la necesidad de enfrentar y atender con justicia, ideas,
creencias o visiones hacia las que no nos sentimos atraídos y a las que no hemos prestado atención.
Integridad intelectual
Reconocer la necesidad de ser honesto en su pensar; ser consistente en los estándares intelectuales que aplica; someterse al mismo rigor de evidencia y prueba que exige de los demás
Perseverancia intelectual
Estar consciente que es necesario usar la perspicacia intelectual y la verdad aún
cuando se enfrente a dificultades, obstáculos y frustraciones.
Confianza en la razón
Confiar que los intereses propios y de la humanidad estarán mejor atendidos si
damos rienda suelta a la razón; si fomentamos que la gente llegue a sus
conclusiones al desarrollar sus facultades para razonar.
Humildad intelectual
Estar consciente de los límites de su conocimiento, incluyendo especial
susceptibilidad ante circunstancias en las cuales el egocentrismo propio puede
resultar engañoso.