DIGNIDAD HUMANA.
DIGNIDAD Y LA IDENTIDAD.
Charles Taylor, la identidad personal es una realización de un modo de vida con significado dentro de un marco cultural y de relación de sí mismo con los otros significantes y que expresa una valoración de bienes en términos de elegir el mejor modo de ser y de vivir.
El multiculturalismo de las diferencias culturales, en principio, tampoco choca si respeta el límite de la igual dignidad. Pero puede traspasarlo con usos culturales excesivos, irracionales o extravagantes
El multiculturalismo de las razas y de los sexos es perfectamente compatible con la igual dignidad, y no choca con la ética pública, ni con el universalismo de sus valores, principios y derechos.
DIGNIDAD Y LA DESIGUALDAD, DISCRIMINACION Y DIFERENCIA.
Es importante la tolerancia para el reconocimiento del otro, del diferente y de sus razones para poder situarse en la igual dignidad.
Las diferencias no son incompatibles con la dignidad.
Estamos ante unas desigualdades naturales o culturales que no afectan a la dignidad humana, y que no exigen un tratamiento normativo para corregirlas.
Son naturales las diferencias de sexo, genero, opinión, raza...
La discriminación es igualmente incompatible con la dignidad.
La acción del Derecho en este caso debe ser derogatoria de las discriminaciones.
Sin embargo, no siempre la supresión de la discriminación restablece la igualdad, y son necesarias acciones normativas complementarias.
La desigualdad es incompatible con la dignidad.
Para atajarla son necesarios comportamientos de igualdad, como diferenciación.
El trato desigual a favor de los colectivos que se encuentran en esa situación, por medio del Derecho.
DIGNIDAD Y SUS DIMENSIONES HUMANAS.
La sociabilidad, que supone el reconocimiento del otro como tal otro y de la imposibilidad de alcanzar en solitario el desarrollo de la dignidad.
Nuestra capacidad de dialogar y de comunicarnos que potencia los efectos de las creaciones de razón y estéticas, y permiten un recorrido histórico.
La reproducción de sentimientos, de afectos y de emociones a través de valores estéticos.
Nuestra capacidad de construir conceptos generales y de razonar. nos permite alcanzar infinitas conclusiones gracias a los ilimitados ámbitos del saber.
DIGNIDAD Y AUTONOMIA.
En su origen la dignidad es mas bien una construcción de la filosofía para expresar el valor intrínseco de la persona derivado de una serie de rasgos de identificación que la hacen única e irrepetible.
Autonomía significa libertad o independencia moral.
Capacidad de elección, libertad psicológica, el poder de decidir libremente, pese a los condicionamientos y limitaciones de nuestra condición.
Rawls en "El liberalismo político" llega al concepto de autonomía "La plena autonomía la conciben los ciudadanos: es un valor político, no ético.”.
DIGNIDAD Y LA POLITICA.
La dignidad humana tiene un puesto relevante aunque prepolítico y prejurídico.
La dignidad humana, referencia ética radical, y sobre el compromiso justo que corresponde a las sociedades bien ordenadas, no estamos describiendo una realidad sino un deber ser.
DIGNIDAD Y LA HISTORIA.
Actualidad.
La dignidad humana es hoy un referente del pensamiento moral, político y jurídico, y para este último se presenta como criterio de fundamentación de los valores, los principios y los derechos.
Medios de Comunicación.
La preocupación por la dignidad humana, en relación con el honor, con la intimidad o con la propia imagen.
Derecho Penal.
La dignidad no solo de la víctima, sino también del delincuente están presentes en el pensamiento de los penalistas desde la Ilustración.
Derecho Administrativo.
Los derechos del enfermo y del moribundo.
El control de los progresos científicos o tecnológicos.
Los controles de identidad de los extranjeros.
Derecho Internacional.
La dignidad humana aparece como una garantía de objetividad.
Declaración y Programa de Acción de Viena.
Pacto de Derechos Civiles y Políticos de 1966.
Declaración Universal de 1948.
El Siglo de las Luces.
Siglo de la devolución de la luz al ser humano, así como de su dignidad propia.
El movimiento ilustrado, el iluminismo pretende que el individuo pueda brillar con luz propia.
Agustinismo político.
La luz del ser humano no será propia, sino solo derivada de la luz de Dios.
Niega la autonomía del individuo en el uso de su razón y en la búsqueda de la verdad.
La Edad Medía.
No es autónoma, ni impulsa el desarrollo individual de la condición humana, y no arranca del propio individuo.
La única dignidad existente, al menos hasta los siglos XIII y XIV es de origen externo, basada en la imagen de Dios o en el honor.
