En las democracias, el Poder Ejecutivo es fundamental para la gestión diaria del Estado y se caracteriza por su naturaleza unipersonal. Este poder, encabezado por un presidente, primer ministro o jefe de gobierno, trabaja coordinadamente con los poderes Legislativo y Judicial, conforme a lo estipulado en la Constitución.
El Poder Legislativo puede debatir y ofrecer votación sobre proyectos de ley actuando como una sola unidad o se puede componer por múltiples asambleas.
Controla las acciones de los otros poderes y tiene la potestad de impulsar los juicios políticos.
El poder legislativo debe ocuparse del desarrollo y los cambios de las leyes.
Cada nación está encargada de establecer directrices y legislaciones específicas sobre el poder legislativo.
Son los senadores y los diputados los funcionarios encargados de proponer las leyes nuevas y también modificar las que ya existen.
En las democracias representativas, los legisladores se escogen de manera directa y popularmente.
Las legislaturas vigilan y dirigen todo lo que el gobierno hace y poseen la autoridad de modificar el o los presupuestos que están involucrados en el proceso.
Las leyes que promulga el poder ejecutivo son conocidas como legislación.
Todas las funciones del Poder Legislativo giran en torno a elaborar, modificar o eliminar leyes para asegurar el desarrollo social, económico y político del país.
Las legislaturas están incluidas en casi todos los gobiernos y, en los regímenes democráticos, esta facultad recae sobre el Congreso o Parlamento.
El trabajo del Poder Legislativo o legislatura consiste en desarrollar y modificar leyes. Una institución que se encarga de regular los derechos y responsabilidades de los ciudadanos, tomando en cuenta lo que dice la Constitución.
El Poder Legislativo es una asamblea que posee la autoridad de crear leyes exclusivamente para alguna entidad política, puede ser un país o una ciudad.
PODER EJECUTIVO
Por lo general, en los países con sistemas democráticos, el puesto del representante del Poder Ejecutivo es escogido de forma popular a través del voto.
Quien ocupa el Poder Ejecutivo llega a ser el Jefe de Gobierno, es decir, la figura representativa, visible y más importante de este poder.
El Poder Ejecutivo suele caracterizarse por ser de naturaleza unipersonal.
Administrativa: Bajo este apartado están incluidas las labores que se llevan a cabo en los diferentes ministerios y el resto de los órganos, entre ellos empresas del Estado.
Política: Consiste en captar ciudadanos que permitan satisfacer los intereses propios de una forma adecuada. Por lo que se requiere tomar medidas que vayan surgiendo de acuerdo a las necesidades, sin que estén desarrolladas por las leyes y normas previas.
Reglamentarista: Se trata de un conjunto de tareas que deben desarrollarse a través de normas y derechos.
El Poder Ejecutivo funciona interdependientemente con los otros poderes, Legislativo y Judicial. No es posible que un poder pase por encima de otro, los tres deben actuar de forma coordinada a expensas de lo que sostiene la Constitución de cada país. Pueden dividirse las funciones del Poder Ejecutivo en tres facetas: reglamentarista, política y administrativa.
Dependiendo del sistema político en cuestión, quienes encabezan el poder ejecutivo son: un presidente, un primer ministro o un Jefe de Gobierno. El mandatario puede elegir a los ministros y secretarios, los cuales actúan en algún ámbito específico.
La elección le da la libertad a la población de elegir a quienes deben actuar como representantes al tomar decisiones que se relacionen con la sociedad en general.
Cuando el Estado es democrático, el Poder Ejecutivo recae sobre los funcionarios escogidos por voto popular.
Se responsabiliza de la gestión día a día del Estado, crea y ejecuta políticas globales acordes a las leyes que deben aplicarse.
En las naciones que se consideran democráticas, el Poder Ejecutivo se considera el administrador y ejecutor de la voluntad popular a quien representa y de la que debe ser el mejor garante.
El Poder Ejecutivo es el encargado de llevar a cabo la gestión diaria del Estado.
PODER JUDICIAL
La autonomía del poder judicial en un sistema democrático garantiza la imparcialidad en los fallos.
Se debe encargar de hacer efectiva la idea del Derecho como factor regulador de la sociedad.
Sus integrantes llevan a cabo sus funciones bajo el principio de la jurisprudencia
No actúa sobre lo que sostiene la ley sino según el contenido de la misma.
Actúa a pedido de parte, quien está interesado de exigir la actuación de este poder.
No posee la facultad de acción de oficio, es decir, no se puede iniciar una diligencia judicial sin la actuación de la parte interesada.
Los órganos que lo constituyen son estables y las funciones que tiene no se pueden delegar.
El funcionamiento de este poder es permanente.
Sus características son:
Si el máximo representante del Poder Ejecutivo, el presidente del país, comete una arbitrariedad, abusa del poder o viola los derechos ciudadanos; el Poder Judicial recurre a proteger los intereses de las personas usando diversos recursos.
Las facultades que posee el Poder Judicial, le permite proteger a los ciudadanos de eventuales injusticias en manos del Poder Ejecutivo o el Poder Legislativo.
Hace cumplir las responsabilidades y obligaciones que le corresponden a cada parte de la sociedad.
Proteger los derechos ciudadanos.
Resolver
Las funciones del poder judicial, tal como sucede con los otros poderes, se rigen por lo que sostiene la Constitución, encargada de reunir las normas elementales que regulan las actividades del Estado. Basándose en estas normas, el Estado cumple las funciones de:
Posee autonomía administrativa, funcional y financiera. Está conformado por diversas salas, entre ellas están: la constitucional, la penal, la electoral y la social. Cada una de estas salas están constituidas por magistrados.
El representante máximo del poder judicial es el Tribunal Supremo de Justicia. La función principal de este tribunal es asegurarse de la constitucionalidad y legibilidad de los actos que el Poder Público lleva a cabo. Basa su ejercicio en la Constitución y las leyes
Montesquieu desarrolla su teoría posteriormente de hacer un viaje a Inglaterra, donde interpreta que la presencia de un poder judicial independiente es un freno eficaz para el poder ejecutivo. Con esta separación de poderes, ve la luz el conocido estado de derecho, donde los poderes públicos se hayan subordinados al imperio de la ley. Así nace el poder judicial como el encargado de moderar las acciones del poder ejecutivo de acuerdo a las leyes que el poder legislativo establece.
Por el término poder se hace referencia a la institución, organización o grupo de órganos estatales que cumplen las funciones judiciales. En el caso particular del Poder Judicial se trata de los juzgados y los tribunales, los cuales ejecutan la autoridad jurisdiccional y gozan de autonomía, imparcialidad y poder completo en el marco de la ley.
Se puede definir como la facultad del Estado para administrar justicia por medio de la adecuada aplicación de las leyes.