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da victor leon mancano 3 anni

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EL CUIDADO DE UNO MISMO

La filosofía sobre el cuidado de uno mismo ha sido abordada por diferentes corrientes a lo largo de la historia. Los cínicos, como Diógenes, promovían la idea de que la virtud y, por ende, la felicidad, se lograban satisfaciendo solo las necesidades naturales y rechazando las falsas necesidades creadas por la sociedad.

EL CUIDADO DE UNO MISMO

EL CUIDADO DE UNO MISMO

Séneca, que nació en Córdoba, en laprovincia romana que entonces sellamaba Bética. Gran abogado yestupendo escritor, Séneca utilizómuchas ideas de los estoicos, perotambién bastantes de los epicúreos ensus breves aunque muy sustanciososestudios

muchos consideran que las enseñanzasde Aristóteles no obtuvieron su mejoréxito con Alejandro, pero desde luegotodos están de acuerdo en que Sénecafracasó en la formación moral de su másdistinguido pupilo y luego emperador:¡Nerón!
los filósofos romanos no consideraban el suicidiocomo un crimen o un pecado, sinosencillamente como una forma deabandonar el escenario cuando la obrade teatro que todos representamos eneste mundo se hace demasiado aburridao siniestra

Los llamados estoicos , cuyo líder intelectual fue Zenón, coincidían con los cínicos en considerar la virtud como lo único realmente importante de la vida humana.

no despreciaban el estudioni la ciencia —de la que se reíaDiógenes— como algo innecesario: alcontrario, estaban convencidos de que lavirtud es cuestión de conocimiento
, la virtud consiste encomportarnos de acuerdo con lo quemanda la naturaleza

el placer y el dolor. El hambre,por ejemplo, es una forma de dolor yseñala que necesitamos comer, lo mismoque la sed indica la necesidad de bebertambién dolorosamente; lo mismo ocurrecon el excesivo frío o el demasiadocalor, que nos obligan a buscar refugio.

u ando hemos comido bebido convenientemente o estamos aúna temperatura adecuada, sentimos una sensación placentera. Es como si, por medio de ese placer, la naturaleza nos dijera: «Te has portado bien, así me gusta
el placer. Éste fueprecisamente el lema que presidió lafilosofía de Epicuro. Como otrosfilósofos de esta época, Epicuro noentendía su tarea como una búsqueda degrandes conocimientos sobre el mundo ocomo un recetario para alcanzar lamejor sociedad posible

sino que sólo leinteresaba lograr estar sereno y contentoutilizando para ello la inteligencia. Esdecir, según él debemos aprender a noestropear nuestra vida y a pasarladisfrutando del mejor modo posible.

Vivir bien es cumplir nuestro deberde hombres de acuerdo con nuestranaturaleza, y que es distinto por tanto al«deber» de los tigres o las acacias

n la vida padecemos muchas cosas que no dependen de nuestra voluntad: ser guapo, que me toque La lotería, vivir sano hasta los cien años, que mi familia no sufra desgracias o quemí país no padezca una tiranía o una plaga son circunstancias que ocurren quiera yo o no
decir La verdad, cumplir mis promesas, tratar a los demás con bondad y cortesía o no traicionar a quienes confían en mí son asuntos sobre los que yo puedo decidir.

La mayoría de la gente es desdichada porque se empeñaen que su felicidad sea cosa de lafortuna o el azar , en lugar desconsiderar como lo único relevante laacción recta y virtuosa en la que símando yo.

somos seres naturales y estamos sometidos a los mecanismos de todo lo natural, de modo que pasarnos la vida protestando contra la naturaleza escomo protestar contra nosotros mismos.

Epicuro sostenía una doctrinamaterialista: todo en este mundo,incluidos por supuesto nosotros mismosy nuestra alma, está formado porpartículas materiales, los átomos
-Cuando los átomos de nuestro cuerpo y los más finos o sutiles dé nuestra alma se unen, comenzamos a vivir; cuando se separan por el mismo azar que los reunió, morimos.

Decía a quien quisiera oírle —y sobre todo a quienes no querían, que eran la mayoría— que basta con satisfacer las necesidades naturales para ser virtuoso por tanto feliz: la sociedad no hacemos que crearnos falsas necesidades que nos hacen vivir agobiados y sufriéndolo no conseguir lo que vemos lograr a otros

No todos los filósofos que se centraron en el cuidado de sí mismos fueron tan extravagantes ni agresivos cómo Diógenes y otros cínicos

Todos los humanos —antes y ahora— necesitamos algunas normas dignas de respeto para organizar nuestro comportamiento.

¿Qué pasa cuando La democracia desaparece y cuando ser ciudadano?entonces, muchos de los que antes fueronbuenos ciudadanos deciden que ya novale la pena intentar seguir siéndolo
se empeñaba en vivir en todo como un animal salvo porque hablaba y no dejaba de criticar a los que vivían dentro modo, cosa que los animales nunca hacen.

que basta con satisfacer lasnecesidades naturales para ser virtuoso por tanto feliz:

Alejandro y sus contemporáneos le apellidaron Magno, es decir, el Grande. En los poco más de treinta años que vivió, Alejandro conquistó todo el mundo que se conocía en aquella época, empezando por Grecia, Egipto y llegando a través de Persia hasta la india

Alejandro destruyó mucho y construyó poco .Atenas y otras ciudades griegas fueron algunas de sus principales víctimas.
La democracia fue my afectada gracias a las ambiciones imperiales de Alejandro. De modo que muchos decidieron que lo mejor era dedicarse a cuidarse así mismos y desentenderse de una vida colectiva en la que ya no tenían ni voz ni voto realmente eficaces.

otro motivo de miedo con el que los humanos se amargan la vida son los dioses o Dios: ¿hay Alguien sobrenatural que juzga nuestras acciones puede castigarlas o premiarlas en el más allá?, ¿y si después de la muerte nos esperan torturas y sufrimientos por las culpas que hemos cometido en esté mundo?

Según Epicuro, puede que losdioses existan, puesto que tanto se hablade ellos: en tal caso, desde luego,también estarían hechos de átomosmateriales como todo lo demás, aunquefuesen más finos y exquisitos que losnuestros.
parece evidente quelos dioses o Dios no se ocupan paranada de lo que pasa en el mundo.

a vida humana estállena de pasiones que nos arrastran, dedeseos desaforados que tienen poco quever con las sencillas necesidadesnaturales y de ambiciones provocadaspor el afán de sobresalir sobre losdemás y dejarles con la boca abierta