La máquina de escribir ha tenido una evolución significativa desde su invención hasta su uso en la era moderna. Aunque las computadoras y los procesadores de texto han reemplazado en gran medida a las máquinas de escribir, éstas aún encuentran aplicaciones especializadas en entornos profesionales.
Incluso tras la proliferación de las computadoras personales y los procesadores de texto, las máquinas de escribir siguieron usándose en oficinas profesionales para aplicaciones especializadas, tales como rellenar formularios preimpresos, escribir la dirección en sobres y otras. Sin embargo, los programas informáticos modernos permiten a los usuarios realizar la mayoría de estas tareas.