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da Helem Rodriguez Navarro mancano 3 anni

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“La cultura e ideología en México y su influencia en el sistema político y administrativo mexicano; consideraciones éticas en el ejercicio público”

La democracia liberal se caracteriza por ser una forma de gobierno donde los representantes electos toman decisiones políticas dentro del marco del Estado de derecho, regulado por una constitución que protege derechos y libertades.

“La cultura e ideología en México y su influencia en el sistema político y administrativo
mexicano; consideraciones éticas en el ejercicio público”

“La cultura e ideología en México y su influencia en el sistema político y administrativo mexicano; consideraciones éticas en el ejercicio público”

Algunas personas argumentan que la "democracia liberal" no respeta la voluntad de la mayoría (excepto en la elección de representantes). La "libertad" de la voluntad de la mayoría está restringida por la Constitución o leyes precedentes. Por otra parte, el poder es realmente ostentado por un grupo de representantes relativamente pequeño. Así, el argumento sigue con que la "democracia liberal" no es más que una oligarquía disfrazada, siendo lo preferible la democracia directa. Las nuevas tecnologías pueden permitir la implantación de sistemas como la democracia electrónica.

Uno de los debates que atraviesan el pensamiento político moderno se centra en si la norma nace de la autoridad (autoritas), del poder; o nace de la verdad (veritas), de la razón. Tradicionalmente el debate político se ha enmarcado en la discusión entre la visión liberal de Locke y la articulación de la política con la ética en Kant, frente a la visión conservadora (poder centralizado y fuerte) de Hobbes. La corriente hobbesiana proclama: "autoritas non veritas facit legern"; y con ello establece como centro la fuerza del poder. La concepción kantiana se encuentra en las antípodas de esta visión, "yen ella el principio de racionalidad vincula necesariamente moral y política

Es tiempo, entonces, de examinar "las promesas incumplidas de la democracia" 17. "En contra de las expectativas generadas, la despolitización, la apatía y desencanto de esta generación (que ha nacido en democracia) y de su antecesora, revelan que en nuestros países la democracia no ha sido capaz de producir los bienes públicos jue la sociedad esperaba". Es necesario "desentrañar las raíces de tamaño desencanto."! Esa es una de las tareas centrales de la ciencia política en la actualidad.

La democracia liberal es una forma de gobierno que consiste en una democracia representativa en la que la capacidad de los representantes electos para la toma de decisiones políticas está sujeta al Estado de derecho y normalmente es moderada por una constitución que la regula en la protección de los derechos y las libertades individuales y colectivas, y establece esa constitución restricciones tanto a los dirigentes demócratas como a la ejecución de las voluntades de una determinada mayoría social dentro de esa democracia liberal

Las sociedades latinoamericanas son las más desencantadas del orbe con la democracia. El estudio de Latinobarómetro 2015 señala que mientras en Asia 70% de los ciudadanos se dice satisfecho con la democracia, en Europa 59%, en África 49% y en América Latina sólo 37%. Y dentro de Latinoamérica, México es el triste campeón en la insatisfacción democrática: sólo 19 de cada 100 están satisfechos y es la nación de la región con menor respaldo a la democracia frente a otras formas de gobierno (48% en México y 56% en la AL). El bajo aprecio por la democracia se da aun cuando fue hace poco que México desmontó el régimen de partido hegemónico.

Un caso paradigmático en la ANTIGUA GRECIA: es Siracusa, en el siglo V, una ciudad en la isla de Sicilia. Aristóteles sugiere en un apartado de su Política que Siracusa fue una democracia (mientras que en otro más bien parece pensar que Siracusa tiene una mezcla de gobierno oligárquico con democrático1). Una de las razones que puede explicar esta opacidad en lo que se entendió por democracia se le atribuye al hecho de que esta no surgió acompañada de una sólida teorización. La democracia moderna, aquella que surge a partir de los siglos XVII y XVIII, fue en muchos casos precedida por elaboraciones teóricas profundas. No se pueden entender las democracias inglesa, francesa y americana sin el cúmulo de obras teóricas que impulsaron y siguieron los cambios históricos y sociales. En contraste con esto, la democracia griega fue ante todo un fenómeno histórico que surgió en el contexto de luchas específicas atadas a circunstancias particulares. Por diferentes razones e intereses, el pueblo adquiría mayores derechos y participación, sin que se pueda hablar de un movimiento guiado por un conjunto claro de principios e ideales.

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El deseo crítico de una democracia liberal es un indicador de que la evaluación que realizan los ciudadanos del sistema político está inspirada por las expectativas de vivir en un régimen que garantiza derechos y libertades democráticos. Este estudio analiza el deseo crítico de una democracia liberal en México, un caso en el que el desempeño de una democracia emergente motivó una insatisfacción política generalizada

El análisis del apoyo a la democracia es clave para comprender la relación entre las actitudes masivas y la estabilidad y el cambio en los regímenes políticos

Hoy los procesos de democratización viven un tiempo de inflexión y más bien empieza un creciente desencanto, empiezan las preguntas sobre la propia legitimidad de la democracia. Aunque el problema no está sólo en América Latina o en el Tercer Mundo, pues también en los países centrales se presentan nuevas formas de autoritarismo y "despolitización", que desembocan en democracias de "minorías": "la antipolítica está a la ofensiva tanto en las democracias establecidas de Europa y Norteamérica como en las democracias 'nuevas' de América Latina

el ideal de democracia, que es una utopía teórica. Alcanzar el ideal requiere cumplir 5 criterios: 1. Participación efectiva: Los ciudadanos deben tener oportunidades iguales y efectivas de formar su preferencia y lanzar cuestiones a la agenda pública y expresar razones a favor de un resultado u otro. 2. Igualdad de voto en la fase decisoria: Cada ciudadano debe tener la seguridad de que sus puntos de vista serán tan tenidos en cuenta como los de los otros. 3. Comprensión informada: Los ciudadanos deben disfrutar de oportunidades amplias y equitativas de conocer y afirmar qué elección sería la más adecuada para sus intereses. 4. Control de la agenda: El Demos o el pueblo deben tener la oportunidad de decidir qué temas políticos se someten y cuáles deberían someterse a deliberación. 5. Inclusividad: La equidad debe ser extensiva a todos los ciudadanos del Estado. Todos tienen intereses legítimos en el proceso político.

La democracia contemporánea parece haber perdido todo finalismo moral. Asociada ya por el liberalismo decimonónico a unas reglas formales del juego político, ajenas a una libertad e igualdad sustantivas, ha sido concebida como portadora de valores como pluralismo, tolerancia y relativismo, es decir, el consenso sobre la posibilidad de disenso más que la unidad en una voluntad general.

La creciente preocupación por el tema de la ética en la vida pública se debe al profundo cambio que el mundo experimenta y que, según algunos pensadores, se origina en una transformación de la civilización