Las primeras civilizaciones de Egipto y Mesopotamia se desarrollaron en torno a importantes ríos: el Nilo en Egipto y el Tigris y Éufrates en Mesopotamia. Estas sociedades se caracterizaron por sus avanzadas prácticas religiosas, como la momificación y la construcción de monumentales tumbas y pirámides en Egipto, así como los ziggurats en Mesopotamia.