El protocolo empresarial se basa en una serie de principios fundamentales que incluyen ser cortés, respetuoso, puntual y discreto, además de mostrar interés por los demás. La apariencia personal es crucial, abarcando aspectos desde la postura hasta la vestimenta adecuada para hombres y mujeres, como camisas, trajes, vestidos, accesorios y calzado.