Karl Marx analiza cómo la competencia feroz en el mercado laboral reduce los salarios a niveles de subsistencia, degradando al obrero tanto física como espiritualmente. El trabajador se convierte en una mera pieza en la maquinaria del capital, dependiendo de las fluctuaciones del mercado y quedando a merced de los caprichos de los capitalistas.
si la acumulación de capital
aumenta, la cantidad de obreros
incrementa provocando una
superproduccion, lo que termina en
desempleo o reducción de salario
esto divide el trabajo ya que
pone en enfrentamiento al
producto del trabajo y al
obrero.
esta compensado para el capitalista
por el poco tiempo de trabajo.
crea ansias de enriquecimiento
en el obrero
El obrero es rebajado
En lo espiritual y corporal
a la condición de maquina
se agudiza la competencia entre
obreros, por tanto baja su precio
se reduce al manejo
del humor del rico y al empleo
brinda el capital.
Se vuelve dependiente de la
fluctuación del mercado.
pretensiones teóricas y practicas
del obrero según el economista
todo se compra con trabajo y el capital es solo
trabajo acumulado, pero el obrero lejos de comprarlo
todo tiene que venderse.
el trabajo es lo único que puede hacer que el hombre
aumente el valor de los productos naturales, por lo tanto el
terrateniente y el capitalista tienen todo el poder de exigir e imponer al obrero dictando leyes.
todo el producto del trabajo pertenece al obrero
pero solo se revierte al obrero la mínima parte,
lo suficiente para que este viva com la clase esclava
de los obreros.
ultimo grado posible de riqueza
la situación del obrero
la competencia seria de tal magnitud
que los salarios quedarían reducidos
a lo necesario para mantener a la cantidad
de obreros.
sociedad en progresión
las empresas grandes arruinan
a las pequeñas, hundiendo a más
en la clase obrera.
el numero de obreros se multiplica lo que termina en una competición que lleva a algunos a la mendicidad o inanición.
se incrementa la competición
entre capitales. hay mayor
concentración de capitales.
solo algunos pueden seguir
viviendo del interés del dinero