によって Valentina Morales Amador 1年前.
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Infertilidad
Durante la consulta preconcepcional entregar información que permita prevenir la infertilidad,
Durante la consulta de seguimiento preconcepcional se realizará la revisión del espermograma y estudio ultrasonográfico respectivo.
En caso de detectarse alguna anormalidad en el espermograma, el tiempo óptimo para volver a repetirlo debe ser de 3 meses.
Informar que la falta de descenso testicular (testículo no descendido) puede afectar severamente la función testicular, al igual que la varicocele.
Informar a las parejas con deseo reproductivo que la fertilidad declina con la edad de la mujer. Esta disminución es muy significativa después de los 35 años.
Orientar hacia la suspensión del tabaco en las parejas que buscan fertilidad.
Informar sobre el potencial impacto que tiene la obesidad sobre la fertilidad junto con un adecuado manejo de los trastornos nutricionales.
La mujer con IMC mayor de 29 debe ser informada de una mayor dificultad para concebir y mayor riesgo obstétrico si logra un embarazo.
Realizar asesoría sobre el potencial impacto que pueden generar las ITS.
Neoplasia
Informar sobre la posibilidad de agravarse durante el embarazo. Garantizar la planificación familiar durante el tiempo que dure el tratamiento antineoplásico
Obesidad morbida
Realizar evaluación nutricional y paraclínicos adicionales que permitan determinar el estado metabólico y endocrino, se debe informar el IMC ideal para iniciar un embarazo es de < 25.
TBC
Garantizar el tratamiento completo de la enfermedad. Administrar fármacos como isoniacida, etambutol, rifampicina y pirazinamida antes y durante el embarazo
Evitar la estreptomicina.
Asma
Informar sobre la posibilidad de agravarse durante el embarazo. Mantener anticoncepción en mujeres con mal control del asma, hasta lograr un control efectivo del asma.
Realizar tratamiento profiláctico previo al embarazo en pacientes con asma persistente. Tratar con budesónida (inhalador, único de categoría B).
Anemia
Evaluar la anemia durante el periodo preconcepcional y eventualmente tratarla en pacientes con riesgo de déficit de hierro.
Trombofilia: evaluar el método de anticoncepción a iniciar dentro de la consulta, teniendo en cuenta que están contraindicados los métodos hormonales.
Considerar el tamizaje de las mujeres de edad reproductiva con una historia personal o familiar de eventos trombóticos.
Evaluar el riesgo trombótico en las mujeres con trombofilias congénitas con el fin de determinar el tratamiento oportuno.
Sustituir la Warfarina por heparinas de bajo peso molecular antes del embarazo para evitar su efecto teratogénico, en caso de que se considere que es una paciente de riesgo y recibe Warfarina.
Enfermedad cardiovascular: informar sobre los riesgos asociados con la patología cardiovascular y el embarazo. Evitar la Warfarina durante el primer trimestre.
Realizar corrección quirúrgica (las que sean posibles) de patologías cardiovasculares antes del embarazo.
Enfermedad Renal Crónica: informar sobre la posibilidad de progresión de la enfermedad renal durante el embarazo. Realizar control de la presión arterial antes de la concepción produce mejores resultados perinatales.
Solicitar proteinuria, dado que la presencia de proteína se asocia con malos resultados perinatales y progresión de enfermedad renal a largo plazo.
Suspender drogas no aconsejadas para el embarazo (por ejemplo, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina).
Lupus Eritematoso Sistémico: conocer el estadio de la enfermedad al momento de la consulta para saber si recomendar o no la gestación.
Explicar que el embarazo puede empeorar el estadio de la enfermedad y en pacientes que cursan por un estadio avanzado puede acelerar el proceso patológico.
Artritis Reumatoidea: informar acerca de la historia natural de la enfermedad, la mejoría potencial durante el embarazo y el empeoramiento en el puerperio.
En caso de embarazo, evitar corticoides en el primer trimestre y suspender los AINES a partir de la 27 semana de gestación.
Hipertensión: informar sobre los riesgos para el embarazo y la importancia de cambiar al antihipertensivo adecuado.
Realizar una evaluación general de las mujeres con larga data de hipertensión (hipertrofia ventricular, retinopatía, nefropatía).
Sustituir antihipertensivos inhibidores de la enzima convertidora de Angiotensina II, los ARA II y diuréticos durante la planificación de un embarazo, modificarlos por medicamentos como alfametildopa o nifedipino.
Epilepsia: tratar con monodrogas, con la mínima dosis terapéutica posible.
Evaluar la posibilidad de suspender el tratamiento seis meses antes de intentar el embarazo, si las condiciones médicas son favorables (dos años sin convulsiones)
En caso de requerir tratamiento, cambiar a carbamazepina, lamotrigina o levetiracetam. Administrar ácido fólico (4 mg/ día).
Enfermedad tiroidea: lograr un óptimo control terapéutico antes de quedar en embarazo. Tratar con propiltiouracilo en casos de hipertiroidismo.
Realizar evaluación hormonal en pacientes con clínica o historia de enfermedad tiroidea.
Diabetes mellitus: aconsejar sobre la importancia del control de la diabetes para el embarazo.
Realizar una hemoglobina glicosilada y, de no ser adecuada (menor de 6.5), realizar control y tratamiento.
Derivar a consulta para asesoría en anticoncepción; derivar a la RIAS para la población con riesgo o presencia de alteraciones cardio – cerebro – vascular –metabólicas manifiestas
Sensibilizar en torno a la evaluación, lo más pronto posible, de la viabilidad de futuros embarazos.
Se realiza control metabólico previo y durante la gestación a las mujeres que presentan diabetes mellitus como condición preexistente.
Los estudios complementarios en el periodo preconcepcional y comunicar el riesgo elevado para futuros embarazos.
Las pacientes con pérdida recurrente deben ser evaluadas para detectar la presencia de anticuerpos antifosfolipídicos, cariotipo y evaluación de anatomía uterina por el ginecólogo.
Para aquellas muejres con antecedentes de RN con defectos en el tubo neural deberna tomar 4mg, 3 meses antes de la gestacion
Recomendar el consumo diario de alimentos fuente de esta vitamina como pescado, leche, queso, yogurt y huevo, como mínimo una vez al día.