Los antiparasitarios son medicamentos utilizados para tratar infecciones causadas por parásitos y se administran principalmente por vía oral, intravenosa o tópica. Los efectos secundarios más comunes son gastrointestinales e incluyen náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea, así como alteraciones en las pruebas hepáticas.
Los antimoniales presentan frecuentes efectos secundarios, los más habituales son las náuseas y vómitos así como la elevación de enzimas hepáticas y pancreáticas
En mayoría de los casos los efectos secundarios son gastrointestinales (náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea) y alteración de pruebas hepáticas
Inhibidores de enzimas relacionadas con el metabolismo energético
Inhibidores de enzimas no relacionadas con el metabolismo energético
Inhibidores de la síntesis de ácidos nucleicos
Inhibidores de la síntesis de cofactores
Los grupos Metilo, Metoxi, Hidroximetil y Amino son muy comunes
El anillo de benceno esta presente en casi la mitad de todos los antiparasitarios y muchos otros tienen anillos nitrogenados.
Otros elementos también forman parte de los antiparasitarios como: Azufre (en Nifurtimox), el Flúor, Cloro Yodo y Fosforo (en Antihelmínticos), Arsénico y Antimonio entre otros
Antiparasitarios
Efectos secundarios/contraindicaciones
Todos los antiparasitarios poseen toxicidad potencial entre todos los que existen se pueden clasificar en dos grupos unos con escasa toxicidad y unos que presentan efectos secundarios moderados o graves
Antiparasitarios de toxicidad moderada o alta
Antiparasitarios con escasa toxicidad
Estructura química de los antiparasitarios
Todos cumplen con: carbono, hidrogeno, oxigeno y nitrogeno