El branding se centra en cómo las personas perciben una empresa, abarcando lo que dicen, piensan y sienten acerca de ella. Para desarrollar un buen branding, es esencial considerar varios aspectos, tales como el mercado objetivo, la ubicación del cliente, la relevancia del mensaje, el público al que se dirige, el producto que se ofrece y el valor diferencial que se proporciona.