by Daniela Molina 3 years ago
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Permite una mayor reflexión. Elaborar una información para transmitirla a través de un medio requiere reflexionar sobre qué se va a decir y cómo vamos a decirlo, jugando con los recursos comunicativos según una estrategia y buscando la manera idónea de llegar al público. A su vez, el receptor también tiene tiempo de meditar sobre lo que le llega y de refrenar, si quiere, los primeros impulsos. En no pocas ocasiones, leído un texto una segunda vez, cuando ha dejado de dolernos la cabeza y estamos de mejor humor, no nos parece tan terrible lo que contiene. Es más permanente. Un papel se puede tirar, pero también se puede guardar, igual que un vídeo o un CD, mientras que algo que decimos en un momento se pierde en el aire o en la memoria.
Es diferida. Primero se elabora la información y después se transmite. Puede ocurrir que desde que se facilita la información hasta que se hace pública, las cosas hayan cambiado hasta el punto de invalidar lo que se decía y, donde dije digo ahora tengo que decir Diego. Es una comunicación más pautada, menos viva, más encorsetada en cánones normalizados y, por lo tanto, más lejana al receptor. Es fácilmente manipulable. Sobre la manipulación ejercida por los medios de comunicación de masas hablaremos en otro apartado. Bástenos ahora con apuntar que, una vez que el mensaje sale de las manos de la asociación hacia una tercera persona encargada de difundirlo, pierde el control sobre él y puede ser modificado.
iSu inmediatez, lo que la hace viva y con una mayor capacidad de respuesta por parte del receptor; es, por tanto instantánea y es más sencillo corregir posibles “ruidos”, interferencias que dificulten la recepción. El emisor ejerce un control más estrecho sobre ella esquivando con más facilidad posibles manipulaciones
En contra
Su limitada capacidad de difusión. La sujeción a un espacio y a un tiempo concretos pero muy estrechos se ejemplifica muy bien en una conferencia. La comunicación directa termina donde acaba el aforo de la sala. Si se pretende que los temas abordados lleguen a más gente, podemos confiar en el boca a boca de los y las asistentes o trabajar para que radios o periódicos se hagan eco de ella; pero eso es ya comunicación mediática. La inmediatez y la instantaneidad, que son armas de doble filo. Dan vivacidad y dinamismo a la comunicación pero existe el riesgo de que resulte poco reflexiva y muy apasionada, cuestiones ambas que, en determinadas circunstancias, habrá que controlar con firmeza para que la situación no se vaya de las manos.