La práctica docente se estructura en varias dimensiones que se interrelacionan, destacando la importancia de las relaciones entre los actores del proceso educativo, como alumnos, docentes, directivos y padres de familia.
La normativa de la escuela, tales como las reglas explícitas e implícitas y las sanciones, también constituyen instancias de formación valórica.
Cada profesor, en su práctica educativa, manifiesta sus valores personales, creencias, actitudes y juicios. Va mostrando sus visiones de mundo, sus modos de valorar las relaciones humanas y el conocimiento y sus maneras de
guiar las situaciones de enseñanza, lo que constituye una experiencia formativa
La práctica docente no es neutra, inevitablemente conlleva un conjunto de valores.
Dimensión social
Se relaciona con la demanda social hacia el quehacer docente, con el contexto socio-histórico y político, con las variables geográficas y culturas particulares.
Conjunto de relaciones que se refieren a la forma en que cada docente percibe y expresa su tarea como agente educativo cuyos destinatarios son diversos sectores sociales.
Dimensión institucional
Características institucionales que influyen en las prácticas, a saber: las normas de comportamiento y comunicación entre colegas y autoridades; los saberes y prácticas de enseñanza; las costumbres y tradiciones, estilos de relación, ceremonias y ritos; modelos de gestión directiva y condiciones laborales, normativas laborales y provenientes del sistema más amplio y que penetran en la cultura escolar.
Constituye el escenario más importante de socialización profesional, pues es allí donde se aprenden los saberes, normas, tradiciones y costumbres del oficio.
La escuela constituye una organización donde se despliegan las prácticas docentes.
Dimensión didáctica
La función del profesor, en lugar de transmitir, es la de facilitar los aprendizajes que los mismos estudiantes construyan en la sala de clases.
Se refiere al papel del docente como agente que, a través de los procesos de enseñanza, orienta, dirige, facilita y guía la interacción de los alumnos con el saber colectivo culturalmente organizado para que ellos, los alumnos, construyan su propio conocimiento.
Dimensión interpersonal
Estas relaciones son complejas, pues los distintos actores educativos poseen una gran diversidad de características, metas, intereses, concepciones, creencias, etc.
La practica docente se fundamenta en la relaciones de los actores que intervienen en el quehacer educativo: alumnos, docentes, directivos, y padres de familia.
Dimensión personal
El docente debe ser entendido como un individuo con cualidades, características y dificultades.
El profesor ante todo es un ser
humano, por tanto, la práctica docente es una práctica
humana.