by Alejandro Auz 10 months ago
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La presencia de ciertos endoparásitos, como coccidios, puede provocar diarrea en las aves.
En casos de infestación severa, especialmente con gusanos redondos y cestodos, las aves pueden presentar hinchazón abdominal
Los nematodos intestinales, como los gusanos redondos, pueden causar lesiones en las paredes del tracto gastrointestinal de las aves
Algunos endoparásitos, como los gusanos del grupo de los trematodos, pueden alimentarse de la sangre de las aves y causar anemia
Ciertos parásitos, como los trematodos hepáticos, pueden causar infecciones en el hígado, resultando en inflamación, necrosis y pérdida de función hepática.
Grandes infestaciones de gusanos o cestodos pueden llevar a obstrucciones intestinales, afectando la capacidad de las aves para alimentarse y absorber nutrientes.
Algunos parásitos, como los nematodos pulmonares, pueden causar inflamación en el tracto respiratorio, lo que lleva a dificultades respiratorias y cambios patológicos en los pulmones.
Ascaridia spp.: Este gusano redondo afecta principalmente el tracto digestivo de las aves.
Capillaria spp.: Los gusanos del género Capillaria pueden encontrarse en el tracto digestivo, respiratorio y en otros órganos.
Raillietina spp.: Estos son cestodos que parasitan el tracto digestivo de las aves, especialmente en la región del intestino delgado.
Hymenolepis spp.: Otro género de cestodos que afecta el tracto digestivo de las aves.
Syngamus trachea: Este nematodo afecta las vías respiratorias de las aves, causando problemas respiratorios.
Deficiencia de calcio, fósforo o vitamina D.
Deficiencia de vitamin A
Deficiencia de vitamina A
Deficiencia de calcio y/o vitamina D.
Deficiencia de niacina (vitamina B3).
Deficiencia de zinc.
Deficiencia de hierro.
Debilidad en las patas, deformidades esqueléticas, dificultades para caminar.
Huesos débiles y frágiles, aumento del riesgo de fracturas
Problemas de visión, especialmente en condiciones de poca luz, secreciones oculares.
Lesiones en la piel, plumaje áspero y sin brillo.
Opacidad corneal, ceguera, problemas oculares.
Palidez de las mucosas, debilidad, falta de energía.
Lesiones en la piel, pérdida de peso, inapetencia, diarrea.
perdida de células epiteliales
El DON puede afectar la ingesta de alimentos, la absorción de nutrientes y la respuesta inmunológica en las aves.
La zearalenona puede causar trastornos reproductivos, incluyendo disminución de la fertilidad y malformaciones en los órganos reproductores.
Las fumonisinas pueden afectar el sistema nervioso central y el tracto gastrointestinal, causar pérdida de peso, reducir la producción de huevos y afectar la calidad del huevo.
La ocratoxina puede afectar el riñón y el sistema inmunológico, causar pérdida de peso y reducir la producción de huevos.
Las aflatoxinas pueden causar daño hepático, supresión del sistema inmunológico, reducción en la producción de huevos y plumaje desordenado. Las aves jóvenes son particularmente sensibles.
Cereales, pastos
Ergotaminas
Aflatoxinas (principalmente Aflatoxina B1), ocratoxina, entre otras.
Cereales, frutos secos, semillas oleaginosas.
Cereales, maíz, trigo, sorgo.
Fumonisinas, zearalenona, deoxinivalenol (DON), entre otras.
Granos, hortalizas, frutas
Alternariol, alternariol metiléter
Granos, café, frutas secas
Ocratoxina A
Atrofia muscular, degeneración de fibras musculares
Edema cerebral, lesiones en la sustancia blanca del cerebro.
Inflamación de las vías respiratorias, neumonía, bronquitis
Inflamación gastrointestinal, erosiones en la mucosa, alteraciones en la absorción de nutrientes
Necrosis renal, degeneración tubular, formación de cuerpos cilíndricos.
Necrosis hepática, degeneración grasa, cirrosis, cambios en la coloración y textura del hígado
Pueden rascarse, picotearse o frotarse contra objetos para aliviar la molestia.
La presencia de ectoparásitos puede causar enrojecimiento e irritación en la piel de las aves. Esto es particularmente visible en áreas donde los parásitos se alimentan o se refugian.
ácaros puede resultar en pérdida de plumas, especialmente alrededor del cuello, cabeza y áreas perianales.
ácaros chupadores de sangre pueden causar anemia en aves debido a la pérdida de sangre constante.
La presencia de ectoparásitos puede causar heridas abiertas en la piel debido al rascado constante de las aves para aliviar la picazón.
La infestación prolongada y severa por ectoparásitos puede llevar a la pérdida de peso y debilidad general en las aves.
La presencia de ectoparásitos, como ácaros y piojos, puede causar inflamación y enrojecimiento de la piel.
Ácaros específicos, como Knemidokoptes spp., pueden causar costras en la piel de las patas y la cara.
Las lesiones cutáneas y heridas provocadas por el rascado constante pueden ser propensas a infecciones bacterianas o fúngicas secundarias.
Los piojos y ácaros pueden causar irritación en la piel y las plumas de las aves.