by j j 3 years ago
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La Misión es aquel impulso de vida que el mismo Espíritu infunde en la Iglesia para que sea en el mundo estandarte, testimonio, sacramento e instrumento del designio de amor que Dios tiene para todos los hombres
La misión la cultivamos en la oración, es la fuente, sin ella no hay inspiración ni escucha al Espíritu.
El ser misioneras, nos hace mujeres fecundas, por lo tanto, nos hacemos madres espirituales, madres que acogen, que corrigen y que enseñan con amor.
CARACTERÍSTICAS PROPIAS DE LA ESPIRITUALIDAD MISIONERA:
AMAR A LA IGLESIA COMO JESÚS: (Dimensión Eclesiológica) Quien tiene espíritu Misionero, siente el ardor de Cristo por las almas y ama a la Iglesia como Cristo (RM 89). Descubre y vive su apertura y atención a los pueblos y a todos los hombres (RM 89).
OTRAS ACTITUDES INTERIORES MISIONERAS: Testimoniar a Jesús con toda libertad (RM 24) Los cristianos estamos llamados a la valentía apostólica basada en la confianza en el Espíritu. Alegría interior, que viene de la fe. Esa es la característica de toda la vida Misionera auténtica. Contemplativo en la acción: halla respuestas a la luz de la Palabra de Dios y con la oración personal y comunitaria (RM 14)
COMUNIÓN ÍNTIMA CON CRISTO (Dimensión Cristológica). Esta comunión íntima se vive es tres aspectos: Como relación personal con Él: amistad, desposorio, experiencia con Cristo. Imitación y seguimiento. Disponibilidad Misionera.
FIDELIDAD AL ESPÍRITU SANTO: (Dimensión Pneumatológica) Es actitud básica: Vida según el Espíritu Santo. Se requiere plena docilidad al Espíritu: Dejarse plasmar interiormente por Él (RM 87).
CATEQUESIS MISIONERA: “La Catequesis existe desde los orígenes de la Iglesia como una de las formas de la Predicación cristiana o del ministerio de la Palabra.
La Catequesis es Misionera en cuanto hace parte del Ministerio de la Palabra. “La Iglesia desde sus inicios ha realizado este ministerio profético a través de formas muy variadas.
Hoy los documentos catequéticos sostienen que las formas más importantes del ministerio de la Palabra son las siguientes: El primer anuncio o predicación misionera: está dirigido a los no creyentes y a los que viven en la indiferencia religiosa. Tiene la función de anunciar el Evangelio y llamar a la fe. La catequesis pre y post bautismal: está dirigida a los que ya han recibido el primer anuncio. Tiene la función de fundamentar y profundizar la fe, iniciando integralmente a la vida cristiana y generando procesos de crecimiento y madurez en la fe.
La forma teológica, que tiene la función de desarrollar la inteligencia en la fe.
Iluminar teológicamente el mensaje
Hacer la fe de la Comunidad en las celebraciones
Educar permanentemente
Iniciar en los Sacramentos
Convocar y llamar a la fe.
el segundo es el de la instrucción, orientado a comprender el centro del mensaje evangélico y las consecuencias para la vida. Este último momento es, precisamente, el de la catequesis.
En el Nuevo Testamento la predicación cristiana tiene dos momentos diferentes y, a la vez complementarios entre sí: el primero de ellos es el anuncio o proclamación del mensaje cristiano, con el fin de suscitar la fe y la conversión inicial;
“Despertar, avivar, sostener y mantener el espíritu misionero universal. Sacudir la persona, ayudarle a comprender que tiene una Misión, que Dios la llama y envía, que se sienta interpelada y quiera como propia la Misión a la cual el Señor la ha enviado”.
La Animación Misionera se expresa, entonces, en distintas formas:
EL ACOMPAÑAMIENTO MISIONERO, de aquellos a quienes se está animando, pertenece a la pedagogía del mismo Jesús con sus Discípulos. Hacer el seguimiento es verlos crecer en la fe.
EL SERVICIO MISIONERO lo expresa el mismo Animador con su testimonio de una vida alegre y entregada, actitud que contagia, sobre todo, a niños y jóvenes
Por eso, tan necesarias la humildad y la transparencia del Servidor Misionero, que se pueden convertir en emulación para que algunos decidan hacer el seguimiento de Jesús por el camino del servicio misionero
LA INFORMACIÓN nutre el espíritu con el conocimiento de la realidad misionera, llama a la solidaridad y al compromiso misioneros, y puede crear multiplicadores de la misma información misionera.
Más fuerza tendrá si ésta la ofrece el Misionero que ha tenido la experiencia del Envío. Para tener éxito en la Misión, es necesaria la “Comunidad Misionera”, el Equipo Misionero.
LA MOTIVACIÓN provoca que la persona despierte su interés por la Misión y sienta por ella un profundo sentimiento de pertenencia a la Iglesia Misionera.
Por lo mismo, toda acción pastoral debe estar cargada de motivación Misionera: las Catequesis pre-sacramentales, la celebración del Bautismo y Confirmación, los Cursos prematrimoniales, las Jornadas Misionales, los Encuentros y Convivencias de Grupos Apostólicos, etc...
LA ORACIÓN: ocupa el primer lugar en la Animación Misionera : ella anticipa la acción del Espíritu Santo en quienes van a participar en esta tarea como actores o como receptores; ella abre los corazones a la acción del mismo Espíritu.
Ella suscita el compromiso por la Misión; ella asegura los frutos de la misma Animación; ella es la fuerza de Dios en el Misionero que realiza la Animación.