La conciencia es un juicio de la razón que permite distinguir entre el bien y el mal, siendo crucial para una vida moral. Es esencial formar la conciencia adecuadamente, lo cual se logra mediante la búsqueda de dirección espiritual, la evitación de acciones perjudiciales para la relación con Dios, y la toma de decisiones basadas en principios morales sólidos.