La lluvia ácida es un fenómeno ambiental con efectos perjudiciales tanto para las construcciones como para los ecosistemas naturales. Debido a su carácter corrosivo, la lluvia ácida puede deteriorar infraestructuras y monumentos hechos de mármol o caliza, disolviendo el carbonato de calcio presente en estos materiales.
La lluvia ácida por su carácter corrosivo, corroe las construcciones y las infraestructuras. Puede disolver, por ejemplo, el carbonato de calcio, CaCO3, y afectar de esta forma a los monumentos y edificaciones construidas con mármol o caliza.
La acidificación de las aguas de lagos, rios y mares dificulta el desarrollo de vida acuatica en estas aguas, lo que aumenta en gran medida la mortalidad de peces. Igualmente, afecta directamente a la vegetación, por lo que produce daños importantes en las zonas forestales.
¿Como se forman?
Se forman cuando la humedad en el aire se combina con los óxidos de nitrógeno y el dióxido de azufre emitidos por fábricas, centrales eléctricas y vehículos que queman carbón o productos derivados del petróleo.
En interacción con el vapor de agua, estos gases forman ácido sulfúrico y ácidos nítricos.
Finalmente, estas sustancias químicas caen a la tierra acompañando a las precipitaciones, constituyendo la lluvia ácida.