by María Hernández Núñez 1 year ago
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- Si la persona que vive la situación traumática parte de un estado psicológico delicado, el nivel de ansiedad será superior a lo normal. - La sensación de estar atrapado aumenta considerablemente el nivel de estrés. Es lo que sucede en los incendios en los que las víctimas en ocasiones se lanzan por las ventanas incluso teniendo posibilidad de recibir ayuda. - La falta de información sobre lo que sucede y dónde sucede. Es frecuente la desorientación a la hora de decidir un camino de evacuación. Ante la falta de información la gente puede quedar bloqueada e incapaz de elegir una vía de escape. - En casos de evacuación por varias personas, la falta de unas directrices claras o de un líder que tome decisiones para el grupo provoca un mayor nivel de ansiedad.
- Se revive el suceso en sueños, imágenes, pensamientos. - Se busca evitar todo lo relacionado con el suceso, especialmente evitando hablar del mismo. - Se genera una inquietud física que dificulta el sueño y produce irritabilidad. - Ante cualquier situación infrecuente se producen reacciones de ansiedad exagerada. - La duración de estos síntomas se prolonga más allá de cuatro semanas.
Obstáculos
- Quitar importancia a los sentimientos de los demás. - Ponerse como ejemplo. - Dar la razón sin más. - Miedo a que nos ridiculicen o se crean que somos débiles.
Consiste en entender las emociones de los demás. Mediante la empatía resulta mucho más sencillo conectar en una conversación. La empatía no significa olvidar nuestras ideas y estar totalmente de acuerdo con el otro. Supone comprensión de la situación de nuestro interlocutor para así entender su postura y poder llegar a un acuerdo común, que beneficie a ambos.
Acciones
- Mantener la atención en la persona a la que estamos escuchando. - Resumir sus ideas para confirmar que lo estamos entendiendo correctamente. - Preguntar sobre cualquier punto que no nos haya quedado claro. - Demostrar con gestos y palabras de asentimiento que estamos atentos a la conversación. - No interrumpir al interlocutor y dejarlo terminar su exposición antes de realizar preguntas. - Evitar juicios sobre lo que se escucha. - El lenguaje no verbal tiene que demostrar el interés por la conversación y crear un ambiente favorable mediante, la expresión facial, mirada atenta, asentimiento, movimientos de las manos...
Mediante la escucha activa atendemos a la persona que necesita hablar consiguiendo que se sienta "escuchada".
Conductas
Conducta asertiva: defendemos nuestra postura, respetando los derechos de la otra parte. Buscamos conseguir un equilibrio que concilie ambas posturas, respetando el ámbito de libertad propio de cada persona.
Conducta agresiva: atacamos a los demás con la intención de herir.
Conducta pasiva: no hacemos nada por miedo o vergüenza.
Aquella en la que se transmiten una serie de ideas, deseos y opiniones respetando los derechos de los demás.
Orientación
Escucha
Apoyo
Las dificultades en la comunicación se producen por alteraciones en el mensaje desde que es ideado por el emisor, codificado, trasmitido a través de un canal y recibido por el receptor que lo descodifica e interpreta. En todos estos pasos pueden producirse alteraciones en la comunicación.
La comunicación no verbal
La comunicación escrita
La comunicación oral
Retroalimentación o feedback
Contexto
Código
Canal
Mensaje
Receptor
Emisor
- Elementos de la comunicación. - Tipos de comunicación. - Dificultades de la comunicación
Actuación después del nacimiento
Con la salida del bebé lo colocaremos sobre el vientre materno y lo abrigaremos. - Si la boca está obstruida, limpiarla con un dedo recubierto con un trozo de tela limpia. - Comprobaremos su respiración. Si no respira, limpiar la boca y practicar "boca-boca y nariz". Labios alrededor de la boca y nariz del bebé y soplar suavemente. - Observaremos el cordón y cuando deje de latir realizamos una doble ligadura a unos diez centímetros del ombligo del bebé. No es imprescindible realizar el corte del cordón en este momento. - Esperamos a que salga la placenta sin tirar del cordón. Puede tardar unos 30 minutos después del nacimiento del bebé. - Hay que valorar las constantes vitales del bebé y de la madre. Valorar especialmente el sangrado y posibilidad de choque hipovolémico en la madre. - Se mantendrá abrigados a los dos. - La placenta debe recogerse para que sea trasladada al centro hospitalario pues puede aportar información. En caso de que la placenta ya haya salido nos centraremos en comprobar que el bebé está bien y en atenderlo junto con la madre.
Actuación durante el nacimiento
- Al salir la cabeza del bebé limpiaremos cualquier secreción bucal o nasal. - Comprobaremos que no hay ninguna vuelta del cordón alrededor del cuello del bebé. En caso de que sea así intentaremos liberarla. - Para ayudar a la expulsión del bebé, colocaremos ambas manos en los lados de la cabeza haciendo una ligera flexión hacía abajo con el fin de liberar el hombro superior. Pediremos a la madre que empuje para ayudar en la salida del bebé. - Con una flexión hacía arriba y el empuje de la madre se liberará el hombro inferior. El bebé sale sin dificultad al liberarse los dos hombros.
Actuación al inicio del parto
- Acostada de espaldas. - Rodillas flexionadas y pies apoyados en el suelo. - Muslos separados. - Ponerla en una cama, camilla, banqueta o en su defecto, en el suelo recubierto de varias mantas o de ropa. - Colocar debajo de las nalgas una sábana o toalla limpias (si no se dispone de ellas, colocaremos un vestido o un papel limpio).
En caso de que nos veamos en la necesidad de atender el parto de urgencias, hay que tener en cuenta una serie de aspectos
Fase del parto
Feto ya nacido
Feto coronado (se le ve la cabeza)
Contracciones
Material
Estado general de la parturienta
Espacio físico
Alumbramiento de la placenta
Expulsión que supone el descenso y nacimiento del bebé
Dilatación y borramiento del cuello uterino
Características
La extraordinaria reversibilidad, que bajo un tratamiento adecuado conduce a la recuperación del enfermo.
La extrema gravedad
Otros
aparición de taquicardias, síncopes, dificultades respiratorias, cianosis.
Generales
Malestar difuso o generalizado, ansiedad, sensación de muerte inminente.
En este tipo de intoxicación, el producto penetra rápidamente en la circulación sanguínea y se distribuye por el organismo con gran rapidez. Generalmente requieren tratamiento médico, por lo que nuestra actuación se basará en seguir los principios básicos generales.
Actuaremos empezando por proteger nuestras manos con guantes antes de socorrer al intoxicado. Si se trata de productos caústicos realizaremos lavado con agua durante unos 15 minutos. En caso de contacto ocular con productos cáusticos o irritantes se irrigará con agua durante al menos 15 minutos. Una vez descontaminado, se cubrirá el ojo para el traslado al centro médico.
Retirar las ropas impregnadas de tóxico para cortar el proceso de absorción. Controlar las constantes vitales por si es necesario iniciar la reanimación. Lavar la piel con agua abundante durante 15-20 minutos. Mantenerlo abrigado para evitar el shock. Traslado a un centro sanitario o aviso al 112.
Las intoxicaciones por vía respiratoria suponen una actuación por parte del socorrista que empieza por su propia protección. Es demasiado frecuente que la persona que acude en socorro de una víctima se vea a su vez intoxicada al inhalar los gases.
La actuación irá encaminada a: Si es posible eliminamos el origen de la intoxicación, por ejemplo cerrando la válvula de gas o apagando cualquier aparato que pueda producir una mala combustión. Ventilamos abriendo puertas y ventanas. Evitamos conectar equipos eléctricos o cualquier tipo de llama.
Son producidas, por ejemplo, por el consumo de alimentos en mal estado, por ingestión de medicamentos o productos químicos. Si el intoxicado está inconsciente avisaremos urgentemente al 112, seguiremos los principios básicos antes comentados e intentaremos averiguar la naturaleza del tóxico buscando medicinas abiertas, productos tóxicos en su proximidad, etc.
Visión borrosa, dilatación exagerada de las pupilas (midriasis) o contracción permanente de las mismas (miosis), movimientos rápidos e involuntarios de los globos oculares (nistagmo).
Parálisis, calambres, contracciones musculares involuntarias
Tos, dificultad para respirar (disnea) o respiración demasiado rápida (hiperventilación)
Confusión, inconsciencia, vértigos, convulsiones, alucinaciones
Náuseas, vómitos, dolor de estómago, diarreas, salivación abundante, sequedad bucal, quemaduras alrededor de la boca
Características del individuo
Enfermadades
Edad
Cantidad absorbida
Vía de ingreso en el organismo.
Tipo de tóxico