El trabajador social tiene un papel fundamental en la sensibilización y motivación de los individuos dentro de un grupo. Su labor incluye formar grupos a partir de trabajos individualizados, ayudar en la formulación de objetivos y facilitar la participación activa de todos los miembros.
Es la de sensibilizar y motivar a las personas; formar el grupo a partir del trabajo individualizado; ayudar a formular objetivos; facilitar la participación; procurar que intervengan todos/as los/as participantes; ser objetivo; lograr que el grupo se autogestione; evitar que alguien acapare la reunión; reconducir la reunión si se desvía; utilizar técnicas de dinámica grupal; ayudar al grupo a evaluarse (y autoevaluarse), etc.